Pan de Vida

 AFIRMANDO NUESTRO ROSTRO

"Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido

arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén."

Lucas 9:51

En este texto encontramos la expresión "afirmó su rostro".  Lucas está diciendo que era el tiempo de Jesús para cumplir su misión, que era la de "pasar por la cruz". Jesús afirmó su rostro, lo cual nos dice que estaba determinado a ir a Jerusalén a su muerte. Él estaba dispuesto a hacer la voluntad de su Padre.

La iglesia cristiana naciente pudo afirmarse y crecer gracias a hombres y mujeres que determinaron ser fieles al Señor. Estos primeros cristianos pasaron por alto las aflicciones y vituperios que sufrieron.

Para nosotros, es el tiempo de que afirmemos nuestra vida y hagamos la voluntad de Dios.

"Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre." Salmo 86:11

Tenemos que afirmar nuestro corazón para vivir en el testimonio de Dios. Esto significa andar en obediencia.

Pablo les dice a los hebreos:

"No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas." Hebreos 13:9

La firmeza y determinación en que decidamos vivir para el Señor va a ser por la gracia de Dios en nuestra vida. Las convicciones que tenemos de fe y firmeza son por la obra del Espíritu Santo.

El Señor viene pronto y si no viene antes de que partamos de esta tierra, tenemos la confianza de que estaremos con él.

Es necesario afirmar nuestro corazón en base a su gracia. Somos santificados por la obra del Espíritu de Dios. Nuestra firmeza como creyentes es por la bendita obra de Dios en nuestra vida.

"Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca."

Santiago 5:8

Usted y yo somos salvos y santificados por la gracia de Dios, por el Espíritu que nos guía a toda verdad y a toda justicia.

"Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir." Juan 16:7-13

Tenemos que afirmar nuestro corazón todos los días porque el Señor viene y, viene pronto.

Busque 1ª. Tesalonicenses 3:12-13

"Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos."

Nos está hablando de buenas obras... buenas obras hacia mi hermano y hacia los que nos rodean.

Esperar en la gracia es una acción del creyente, afirmar nuestro corazón es una vida de frutos de amor.

Los primeros cristianos afirmaron su rostro para Jesús, se mantuvieron firmes en sus convicciones.

En el libro del Profeta Daniel encontramos un ejemplo de firme convicción:

"Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse." Daniel 1:8

Dice la Biblia que Daniel propuso en su corazón no contaminarse. Esto nos habla de santidad a toda costa y por encima de cualquier precio.

Daniel sabía que la comida del rey había sido consagrada a los ídolos y no la aceptó.

Los creyentes de esta época a veces se venden por un plato de lentejas, por cosas muy pequeñas rompen su compromiso con Dios.

El obedecer y servir a Dios implica una renuncia en nuestra vida, el no dejarse seducir por el mundo.

"Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová."

Josué 24:15

Este pasaje nos habla de determinación, de tener afirmado el rostro. Es decidirse a vivir hasta las últimas consecuencias la vida cristiana.

Cuando leemos en la Biblia sobre los hombres y mujeres que sirvieron a Dios, no encontramos uno que no se encuentre en el momento de tomar una decisión con un costo muy alto.

Nunca va a encontrar a alguien sirviendo a Dios sin que antes haya renunciado al mundo.

Las Escrituras nos dicen que no podemos servir a dos amos.

"El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas."

Lucas 16:10-13

Lea Hebreos 11:24-26

"Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón."

Usted y yo tenemos que afirmar nuestro rostro, tenemos que estar determinados a llegar con el Señor hasta las últimas consecuencias.

Lea en su Biblia la determinación que tomó Pablo.

"Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones."

Hechos 20:22-23

Si un día viene un hermano y le dice "ven te invito a predicar a tal lugar"; pero usted sabe que si va a ese lugar, va a sufrir persecución. ¿Qué le contestará?

Pablo concluye en el versículo 24 del mismo capítulo de Hechos:

"Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios." Hechos 20:24

Es tiempo de mostrar nuestras convicciones, que la gente vea que no consecuentamos la injusticia; pero necesitamos afirmar nuestro rostro. Es tiempo que su familia vea en usted actitudes cristianas, que en usted encuentren una vida que sirve a Dios.

En estos días, los creyentes retroceden, vuelven a pecar porque quieren agradar al mundo, sobre valoran más la amistad con el mundo que con Dios.

A Pablo lo abandonaron; pero él dice que quiere acabar su carrera con gozo.

Es tiempo de afirmar nuestro rostro,

Es tiempo de mirar hacia Jerusalén.

¡Dios te Bendiga!

Pastor Arturo Camacho Dávila