Charles Spurgeon

Meditaciones mes de Octubre


1 de Octubre

"Ha dado alimento a los que le temen; para siempre se acordará de su pacto."

Salmo 111: 5.

Quienes temen a Dios no necesitan temer a la indigencia. A lo largo de todos estos años, el

Señor ha encontrado siempre alimento para Sus propios hijos, ya sea que hayan estado en el

desierto, o junto al arroyo de Querit, o en la cautividad, o en medio de la hambruna. Hasta

aquí el Señor nos ha dado día a día nuestro pan de cada día, y no dudamos que Él

continuará alimentándonos hasta que no lo necesitemos más.

En cuanto a las bendiciones más elevadas y magníficas del pacto de gracia, Él no cesará de

suministrarlas nunca según las requiramos. Él reconoce que hizo el pacto, y no actúa nunca

como si se arrepintiera de haberlo hecho. Él recuerda el pacto cuando lo provocamos para

que nos destruya. Él resuelve amarnos, guardarnos, y consolarnos, tal como se

comprometió a hacerlo. Él está consciente de cada jota y tilde de Su compromisos, y no

permite que ni una de Sus palabras caiga nunca al suelo.

A nosotros tristemente no nos preocupa Dios, pero Él está magnánimamente preocupado

por nosotros. Él no puede olvidar a Su Hijo, que es la Fianza del Pacto, ni a Su Espíritu

Santo, que activamente cumple el pacto, ni a Su propio honor, que está ligado al pacto. Por

esto el cimiento de Dios permanece firme, y ningún creyente perderá su herencia divina,

que es suya mediante un pacto de sal.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

2 de Octubre

"Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará

subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob." Génesis 50: 24.

José había sido una providencia encarnada para sus hermanos. Todos nuestros Josés

mueren, y miles de consuelos mueren con ellos. Egipto ya no fue nunca lo mismo para

Israel después que José murió, y el mundo tampoco será para nosotros lo que fue cuando

nuestros seres queridos vivían.

¡Pero vean cómo fue aliviado el dolor de su triste muerte! Ellos tenían una promesa de que

el Dios vivo los visitaría. ¡Una visita de Jehová! ¡Qué gran favor! ¡Qué gran consolación!

¡Qué cielo en la tierra! Oh, Señor, visítanos en este día; aunque en verdad no somos dignos

de que entres bajo nuestro techo.

Pero fue prometido algo más: el Señor los haría subir. Ellos encontrarían en Egipto un frío

recibimiento después de que José hubo muerto; es más, Egipto se convertiría para ellos en

casa de servidumbre. Pero no sería así para siempre; ellos saldrían mediante una liberación

divina, y marcharían a la tierra de la promesa. No lloraremos aquí por siempre. Seremos

llamados a casa, a la tierra de gloria, para unirnos a nuestros seres queridos. Por tanto,

"alentaos los unos a los otros con estas palabras."

"La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

3 de Octubre

"En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a tu

semejanza." Salmo 17: 15.


La porción de otros hombres llena sus cuerpos, y enriquece a sus hijos, pero la porción del

creyente es de otro tipo. Los hombres del mundo tienen su tesoro en este mundo, pero los

hombres del mundo venidero miran más alto y más lejos.

Nuestra posesión tiene dos facetas. Tenemos la presencia de Dios aquí y Su semejanza en

el más allá. Aquí vemos el rostro del Señor en justicia, pues somos justificados en Cristo

Jesús. ¡Oh, el gozo de contemplar la faz de un Dios reconciliado! La gloria de Dios en el

rostro de Jesucristo nos trae el cielo aquí abajo, y será para nosotros el cielo del cielo arriba.

Pero no termina con mirar: hemos de ser transformados en aquello que miramos.

Dormiremos un poco y luego despertaremos para convertirnos en espejos que reflejan las

bellezas de nuestro Señor. La fe ve a Dios con una mirada transformadora. El corazón

recibe la imagen de Jesús en sus propias profundidades, hasta que el carácter de Jesús es

grabado en el alma. Esto es satisfacción. Ver a Dios y ser semejante a Él, ¿qué más podría

desear? La plena confianza de David se convierte aquí, por el Espíritu Santo, en una

promesa del Señor. Yo la creo. La espero. Señor, concédemela. Amén.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

4 de Octubre

"Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo." Juan 12: 32.

Vamos, obreros, cobren ánimo. Ustedes temen no poder atraer a una congregación. Intenten

la predicación de un Salvador crucificado, resucitado y ascendido; pues esta es la mayor

"fuerza de atracción" que haya sido jamás manifestada entre los hombres. ¿Qué los atrajo a

Cristo sino Cristo? ¿Qué los atrae a Él ahora sino Su propia bendita persona? Si ustedes han

sido atraídos a la religión por cualquier otra cosa, pronto serán atraídos lejos de ella; pero

Jesús los ha retenido, y los retendrá hasta el fin. ¿Por qué, entonces, dudar de Su poder de

atraer a otros? Vayan con el nombre de Jesús a aquellos que han sido tercos hasta este

momento, y vean si no los atrae.

Ningún tipo de hombre está más allá de este poder de atracción. Viejos y jóvenes, ricos y

pobres, ignorantes y letrados, depravados o afectuosos, todos los hombres habrán de sentir

la fuerza de atracción. Jesús es el único imán. No pensemos en ningún otro. La música no

atraerá a Jesús, ni tampoco la elocuencia, la lógica, las ceremonias o el ruido. El propio

Jesús ha de atraer a los hombres a Sí mismo; y Jesús es el indicado para la obra en cada

caso. No permitan ser tentados por la charlatanería del día; mas como obreros del Señor

trabajen a Su manera, y atraigan con las propias cuerdas del Señor. Atraigan hacia Cristo, y

atraigan por Cristo, pues entonces Cristo atraerá por medio de ustedes.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

5 de Octubre

"El remanente de Jacob será en medio de muchos pueblos como el rocío de Jehová, como

las lluvias sobre la hierba, las cuales no esperan a varón, ni aguardan a hijos de

hombres." Miqueas 5: 7.

Si esto es cierto del Israel literal, con mucha más razón es cierto del Israel espiritual, del

pueblo creyente de Dios. Cuando los santos son lo que debieran ser, son una bendición

incalculable para aquellos entre quienes se encuentran esparcidos.


Son como el rocío, pues de una manera tranquila y discreta refrescan a los que están a su

alrededor. Silenciosa pero eficazmente ministran a la vida, al crecimiento, y al gozo de

aquellos que habitan con ellos. Caídos frescos del cielo, relucientes como diamantes al sol,

agraciados hombres y mujeres atienden a los débiles y a los insignificantes hasta que cada

hoja de hierba tiene su propia porción de rocío. Pequeños como individuos, son, cuando

están unidos, suficientes por completo para los propósitos de amor que el Señor cumple a

través de ellos. Las gotas de rocío logran refrescar extensos acres. ¡Señor, haznos como el

rocío!

Las personas piadosas son como lluvias que llegan ordenadas por Dios sin licencia ni

autorización de los hombres. Trabajan para Dios ya sea que los hombres lo deseen o no; no

solicitan el permiso humano como tampoco lo hace la lluvia. Señor, haz que estemos

valerosamente dispuestos, y libres en Tu servicio dondequiera que nuestra porción hubiere

sido asignada.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

6 de Octubre

"Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad." Juan 16: 13.

La verdad es semejante a una vasta caverna en la que deseamos entrar, pero que somos

incapaces de recorrer solos. Su entrada es clara y brillante; pero si nos adentráramos más y

exploráramos sus escondrijos más recónditos, necesitaríamos un guía o nos perderíamos. El

Espíritu Santo, que conoce toda la verdad perfectamente, es el guía asignado a todos los

verdaderos creyentes, y los conduce según su propia capacidad, desde una cámara interior

hasta otra, para que contemplen las cosas más profundas de Dios, y para que les sea

revelado Su secreto con claridad.

¡Cuán grande promesa es esta para una humilde mente inquisitiva! Nosotros deseamos

conocer la verdad y adentrarnos en ella. Estamos conscientes de nuestra propia propensión

a errar, y sentimos la urgente necesidad de un guía. Nos gozamos porque el Espíritu Santo

ha venido y mora entre nosotros. Condesciende a actuar como un guía para nosotros, y

nosotros aceptamos gozosos Su liderazgo. Deseamos aprender "Toda la verdad", para no

volvernos sesgados y estar sin equilibrio. No queremos ser ignorantes voluntarios de

ninguna parte de la revelación para no perdernos alguna bendición, o para no incurrir en

pecado. El Espíritu de Dios ha venido para guiarnos a toda la verdad: escuchemos Sus

palabras con corazones obedientes y sigamos su guía.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

7 de Octubre

"El va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis como os dijo." Marcos 16: 7.

Donde indicó que se reuniría con Sus discípulos, allí estaría en el momento debido. Jesús

acude siempre a Su cita. Si promete reunirse con nosotros en el propiciatorio, o en la

adoración pública, o en las ordenanzas, podemos estar plenamente seguros de que allí

estará. Nosotros podríamos permanecer perversamente alejados del lugar indicado para la

cita, pero Él nunca lo hará. Él dice: "Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí

estoy yo"; no dice: "allí estaré", sino "allí estoy ya yo."


Jesús es siempre el primero en la comunión: "El va delante de vosotros." Su corazón está

con Su pueblo, Su delicia está en ellos, y nunca es tardo para reunirse con ellos. En toda

comunión Él va delante de nosotros.

Pero Él se revela a los que le siguen: "Allí le veréis." ¡Visión deleitable! No nos importa

ver a los más grandes de los simples mortales, pero verlo a ÉL es ser llenado de gozo y paz.

Y le veremos, pues Él promete venir a los que creen en Él, y manifestarse a ellos. Estén

seguros que así será, pues Él hace todo de conformidad a Su palabra de la promesa: "Como

os dijo." Aférrense a esas últimas palabras, y estén seguros que hasta el final Él hará con

ustedes: "Como os dijo."

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

8 de Octubre

"Nunca más te llamarán Desamparada." Isaías 62: 4.

"Desamparada" es una palabra lúgubre. Suena como un tañido fúnebre. Es el registro de las

aflicciones más agudas, y la profecía de los males más espantosos. Un abismo de miseria

abre su boca en esa palabra "Desamparada." ¡Abandonado por uno que comprometió su

honor! ¡Abandonado por un amigo probado por largo tiempo y de confianza! ¡Abandonado

por un pariente amado! ¡Abandonado por padre y madre! ¡Abandonado por todos! Esto es

un verdadero dolor, y, sin embargo, puede ser soportado pacientemente si el Señor nos

sostiene.

Pero, ¿qué se sentirá al verse abandonado por Dios? Piensen en el más amargo de los

clamores: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" ¿Hemos probado alguna

vez en algún grado el ajenjo y la hiel de "Desamparada" en ese sentido? Si así fuera,

supliquemos al Señor para que nos salve de cualquier repetición de una aflicción tan

indecible. ¡Oh, que esas tinieblas no vuelvan jamás! Los hombres maliciosamente le dijeron

a un santo: "Dios lo ha desamparado; perseguidle y tomadle." Pero siempre fue falso. El

favor amante del Señor forzará a nuestros crueles enemigos a tragarse sus propias palabras,

o, al menos, a reprimir sus lenguas.

Lo opuesto de todo esto es esa palabra superlativa Hefzi-bá: "Mi deleite está en ella." Esto

convierte en baile al llanto. Que aquellos que soñaron que habían sido abandonados oigan

al Señor cuando dice: "No te desampararé, ni te dejaré."

9 de Octubre

"Y el sacerdote pondrá de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático,

que está en el tabernáculo de reunión delante de Jehová." Levítico 4: 7.

El altar del incienso es el lugar donde los santos presentan sus oraciones y alabanzas; y es

muy agradable pensar que ha sido rociado con la sangre del grandioso sacrificio. Esto es lo

que hace aceptable delante de Jehová toda nuestra adoración: Él ve la sangre de Su propio

Hijo, y por eso acepta nuestro homenaje.

Es bueno que fijemos nuestros ojos en la sangre del único sacrificio por el pecado. El

pecado se mezcla incluso con nuestras cosas santas, y nuestro mejor arrepentimiento, y fe,

y oración y acción de gracias no podrían ser recibidos por Dios si no fuera por el mérito del

sacrificio expiatorio. Muchos miran con desprecio "la sangre"; pero para nosotros es el

fundamento del consuelo y de la esperanza. Eso que está sobre los cuernos del altar tiene el


propósito de estar de manera prominente delante de nuestros ojos cuando nos acercamos a

Dios. La sangre da fortaleza a la oración, y por esto está sobre los cuernos del altar. Está

"delante de Jehová", y por eso debe estar delante de nosotros. Está sobre el altar antes de

que traigamos el incienso; está allí para santificar nuestras ofrendas y dones.

Vamos, oremos con confianza, puesto que la víctima ha sido ofrecida, el mérito ha sido

argumentado, la sangre está detrás del velo, y las oraciones de los creyentes deben ser de

olor agradable al Señor.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

10 de Octubre

"He aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar.

Apocalipsis 3: 8.

Los santos que permanecen fieles a la verdad de Dios tienen una puerta abierta delante de

ellos. Alma mía, tú has resuelto vivir y morir conforme a lo que el Señor ha revelado en Su

Palabra, y por tanto delante de ti está esta puerta abierta.

Voy a entrar a través de la puerta abierta de comunión con Dios. ¿Quién me denegará la

entrada? Jesús ha quitado mi pecado, y me ha dado Su justicia, y por eso puedo entrar

libremente. Señor, eso hago por gracia.

Tengo también delante de mí una puerta abierta a los misterios de la Palabra. Puedo

adentrarme en las cosas profundas de Dios. Elección, Unión con Cristo, la Segunda Venida:

todas estas cosas están delante de mí, y puedo disfrutarlas.

Una puerta abierta de acceso está delante de mí en privado, y una puerta abierta de utilidad

en público. Dios me oirá; Dios me usará. Una puerta es abierta para mi marcha progresiva

hacia la iglesia de arriba, y para mi comunión diaria con los santos de aquí abajo. Algunos

procurarán encerrarme o dejarme fuera, pero todo eso será en vano.

Pronto veré una puerta abierta al cielo: la puerta de perlas será mi vía de entrada, y entonces

entraré donde está mi Señor y Rey, y estaré eternamente unido con Dios.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

11 de Octubre

"Y yo los fortaleceré en Jehová, y caminarán en su nombre, dice Jehová. Zacarías 10: 12.

Esto es un solaz para los santos enfermos. Se han debilitado y temen que no se levantarán

nunca del lecho de la duda y del miedo; pero el grandioso Médico puede curar la

enfermedad y quitar la debilidad proveniente de esa enfermedad. Él fortalecerá a los

débiles. Esto lo hará de la mejor manera posible, pues será "en Jehová". Nuestra fortaleza

es mucho más sólida en Dios que en el yo. En el Señor produce comunión, en nosotros

generaría orgullo. En nosotros estaría tristemente limitada, pero en Dios no conoce límites.

Cuando la fortaleza le es otorgada, el creyente la usa. Camina por todos lados en el nombre

del Señor. ¡Qué gozo es caminar por todas partes después de una enfermedad, y qué deleite

es ser fuerte en el Señor después de una temporada de postración! El Señor otorga a Su

pueblo libertad para caminar por todos lados, y un sosiego interior para ejercitar esa

libertad. Él nos hace caballeros: no somos esclavos que no conocen el descanso, y no

disfrutan los paisajes, sino que somos libres de viajar cómodamente por toda la tierra de

Emanuel.


Vamos, corazón mío, ya no estés enfermo y afligido. Jesús te ordena que seas fuerte, y que

camines con Dios en santa contemplación. Obedece Su palabra de amor.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

12 de Octubre

"Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que

ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas."

Deuteronomio 30: 6.

Aquí leemos acerca de la verdadera circuncisión.

Noten a su autor: "Jehová tu Dios." Sólo Él puede tratar eficazmente con nuestro corazón, y

quitar su carnalidad y su corrupción. Hacernos amar a Dios con todo nuestro corazón y

alma es un milagro de gracia que sólo el Espíritu Santo puede obrar. Hemos mirar

únicamente al Señor para esto, y no estar satisfechos nunca con nada que no sea eso.

Noten dónde es obrada esta circuncisión. No es de la carne, sino del espíritu. Es la señal

esencial del pacto de la gracia. El amor a Dios es la marca indeleble de la simiente elegida;

por este sello secreto la elección de gracia es certificada para el creyente. Debemos cuidar

de no confiar en ningún rito externo, sino que seamos sellados en el corazón por la

operación del Espíritu Santo.

Noten cuál es el resultado: "a fin de que vivas." La intención de la carne es muerte.

Venciendo a la carne encontramos vida y paz. Si andamos en las cosas del Espíritu,

viviremos. Oh, que Jehová, nuestro Dios, complete Su obra de gracia en nuestras

naturalezas internas, para que en el sentido más pleno y más elevado vivamos para Dios.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

13 de Octubre

"Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi

rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y

perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra." 2 Crónicas 7: 14.

Llamados por el nombre del Señor, somos, sin embargo, hombres y mujeres que yerran.

¡Cuán grande misericordia es que nuestro Dios esté presto a perdonar! Siempre que

pecamos, apresurémonos al propiciatorio de nuestro Dios, en busca del perdón.

Hemos de humillarnos. ¿No deberíamos ser humillados por el hecho que después de recibir

tanto amor, todavía transgredimos? Oh, Señor, nos postramos delante de Ti en el polvo, y

reconocemos nuestra cruel ingratitud. ¡Oh, la infamia del pecado! ¡Oh, la infamia que es

siete veces más terrible en personas tan favorecidas como lo hemos sido nosotros!

Además, hemos de orar pidiendo misericordia, limpieza y liberación del poder del pecado.

Oh, Señor, óyenos ahora, y no apagues nuestro clamor.

En esta oración hemos de buscar el rostro del Señor. Él nos ha dejado por causa de nuestras

faltas, y debemos suplicarle que regrese. Oh, Señor, míranos en Tu Hijo Jesús, y sonríe a

Tus siervos.

Esto ha de ir acompañado con nuestro rechazo del pecado, pues Dios no puede volverse a

nosotros a menos que nos volvamos del pecado.

Luego viene la triple promesa de oír, perdonar y sanar. Padre nuestro, concédenos esta

triple promesa de inmediato, por nuestro Señor Jesucristo.


La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

14 de Octubre

"A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré

delante de mi Padre que está en los cielos." Mateo 10: 32.

¡Es una promesa llena de gracia! Es un gran gozo para mí confesar a mi Señor. Sin importar

cuáles pudieran ser mis fallas, no estoy avergonzado de Jesús, ni me da miedo declarar las

doctrinas de Su cruz. Oh Señor, no he escondido Tu justicia dentro de mi corazón.

El panorama que el texto pone delante de mí es dulce. Loa amigos abandonan y los

enemigos se alegran, pero el Señor no repudia a Su siervo. Sin duda el Señor me reconocerá

incluso aquí, y me dará nuevas señales de Su consideración favorable. Pero se aproxima el

día cuando deba estar delante del grandioso Padre. ¡Qué bendición es pensar que Jesús me

confesará entonces! Él dirá: "Este hombre realmente confió en mí, y estaba anuente a sufrir

reproches por amor de Mi nombre; por esa razón yo lo reconozco como mío."

El otro día un gran hombre fue hecho caballero, y la reina le entregó una insignia enjoyada;

pero, ¿qué importancia tuvo eso? Será un honor que sobrepase a todos los honores cuando

el Señor Jesús nos confiese en la presencia de la Majestad divina en los cielos.

Que nunca me sienta avergonzado de reconocer a mi Señor. Que nunca me abandone a un

cobarde silencio, o acepte una componenda proveniente de un corazón desfallecido. ¿Acaso

me avergonzaré de reconocer a Aquel que promete reconocerme?

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

15 de Octubre

"Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él

también vivirá por mí." Juan 6: 57.

Vivimos en virtud de nuestra unión con el Hijo de Dios. Como Dios-hombre Mediador, el

Señor Jesús vive por el autoexistente Padre que lo ha enviado, y de la misma manera

nosotros vivimos por el Salvador que nos ha vivificado. Quien es la fuente de nuestra vida

es también su sustento. La vida es sustentada por el alimento. Debemos sustentar la vida

espiritual con el alimento espiritual, y ese alimento espiritual es el Señor Jesús. No Su vida,

o Su muerte, o los oficios, o la obra únicamente, sino Él mismo, que incluye todas estas

cosas. De Jesús, de Él mismo, nos nutrimos.

Esto nos es explicado en la Cena del Señor, pero lo gozamos en la práctica cuando

meditamos en nuestro Señor, cuando creemos en Él con fe apropiadora, cuando lo

recibimos con amor, y lo asimilamos por el poder de la vida interior. Sabemos lo que es

alimentarnos de Jesús, pero no podemos decirlo ni escribirlo. Nuestra ruta más sabia es

practicarlo, y hacerlo más y más. Se nos pide que comamos abundantemente, y será para

nuestro infinito beneficio hacerlo por cuanto Jesús es nuestra comida y nuestra bebida.

Señor, yo te doy gracias porque esto, que es una necesidad para mi nueva vida, es también

mi mayor deleite. Por tanto, en este momento, yo me alimento de Ti.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

16 de octubre


"Porque yo vivo, vosotros también viviréis." Juan 14: 19.

Jesús ha vuelto la vida de los creyentes en Él tan cierta como la Suya. Con la misma

certeza que vive la cabeza, los miembros vivirán también. Si Jesús no hubiera resucitado de

los muertos, entonces nosotros estaríamos muertos en nuestros pecados; pero como Él

resucitó, todos los creyentes han resucitado en Él. Su muerte quitó nuestras transgresiones y

soltó las amarras que nos retenían bajo sentencia de muerte. Su resurrección certifica

nuestra justificación: hemos sido absueltos, y la misericordia dice: "También Jehová ha

remitido tu pecado; no morirás."

Jesús ha hecho la vida de Su pueblo tan eterna como la Suya. ¿Cómo podrían morir los

miembros en tanto que Él viva, viendo que son uno con Él? Porque Él no muere más, y la

muerte no tiene dominio sobre Él, ellos tampoco regresarán más a las tumbas de sus viejos

pecados, sino que vivirán para el Señor en vida nueva. Oh creyente, cuando estés bajo gran

tentación, y tengas miedo de caer un día por mano enemiga, que esto te dé seguridad. No

perderás nunca tu vida espiritual, pues está escondida con Cristo en Dios. Tú no dudas de la

inmortalidad de tu Señor; por tanto, no pienses que te dejará morir, puesto que eres uno con

Él. El argumento para tu vida es Su vida, y por eso no puedes tener ningún temor; por tanto,

descansa en tu Dios vivo.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

17 de Octubre

"Mas el que teme el mandamiento será recompensado." Proverbios 13: 13.

El santo temor de la Palabra de Dios experimenta un notable descuento ahora. Los hombres

se consideran más sabios que la Palabra del Señor, y se sientan para juzgarla. "Pero yo no

hice así, a causa del temor de Dios." Nosotros aceptamos al Libro inspirado como infalible,

y demostramos nuestra estimación por medio de nuestra obediencia. No sentimos terror de

la Palabra, sino que tenemos un temor filial de ella. No tenemos miedo de sus castigos,

porque tenemos temor de sus mandamientos.

Este santo temor del mandamiento produce la tranquilidad de la humildad, que es mucho

más dulce que la temeridad del orgullo. Se convierte en un guía de nuestros movimientos;

una traba cuando vamos cuesta abajo, y un estímulo cuando vamos ascendiendo.

Preservados del mal y conducidos a la justicia por nuestra reverencia al mandamiento,

adquirimos una quieta conciencia, que es una fuente de vino; un sentido de libertad de la

responsabilidad, que es como vida de entre los muertos; y una confianza de agradar a Dios,

que es el cielo aquí abajo. Los impíos podrán ridiculizar nuestra profunda reverencia por la

Palabra de Dios; ¿pero qué importa eso? El premio por nuestro supremo llamamiento es

suficiente consuelo para nosotros. Las recompensas de la obediencia escarnecen las burlas

del escarnecedor.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

18 de Octubre

"Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán" Salmo 126: 5

Los tiempos de llanto son ideales para la siembra: no queremos que la tierra esté demasiado

seca. Las semillas remojadas en las lágrimas de una ansiedad sincera brotarán más

rápidamente. La sal de lágrimas llenas de oración darán a la buena semilla un sabor que las


protegerá del gusano: la verdad expresada con tremenda sinceridad contiene una doble

vida. En vez de detener nuestra siembra debido a nuestro llanto, redoblemos nuestros

esfuerzos porque la estación es muy propicia.

Nuestra semilla celestial no podría ser sembrada apropiadamente con risas. La profunda

aflicción y la preocupación por las almas de otros son un acompañamiento más adecuado

para la enseñanza piadosa que cualquier cosa parecida a la levedad. Nos hemos enterado de

hombres que fueron a la guerra con un corazón ligero, pero fueron derrotados; y sucede

mayormente lo mismo con aquellos que siembran en ese mismo estilo.

Vamos, entonces, corazón mío, continúa sembrando en tu llanto, pues cuentas con la

promesa de una venturosa cosecha. Tú cosecharás. Tú, tú mismo, verás algún resultado de

tu trabajo. Este resultado vendrá a ti en tan gran medida como para proporcionarte un gozo

que una pobre, marchita y escasa cosecha no te podría proporcionar. Cuando tus ojos estén

empañados con lágrimas de plata, piensa en el grano de oro. Soporta con alegría el presente

trabajo y el desconsuelo; pues el día de la cosecha te recompensará con plenitud.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

19 de Octubre

"Sino que te castigaré con justicia." Jeremías 30: 11.

Ser dejado sin corrección sería un signo fatal: demostraría que el Señor habría dicho: "Es

dado a ídolos; déjalo." ¡Que Dios nos conceda que esa no sea nunca nuestra porción! La

prosperidad ininterrumpida es algo que debe causarnos miedo y temblor. Dios reprende y

disciplina a todos aquellos a quienes ama tiernamente, pero permite que aquellos por los

que no tiene estima se engorden sin temor, como novillos destinados al matadero. Es en

amor que nuestro Padre celestial usa la vara para con Sus hijos.

Sin embargo, es preciso ver que la corrección es "con justicia": Él nos da amor sin medida,

pero el castigo es "con justicia." Igual que bajo la antigua ley ningún israelita podía recibir

más de "cuarenta azotes menos uno", que garantizaba un conteo cuidadoso y un sufrimiento

limitado, así sucede con cada miembro afligido de la casa de la fe: cada golpe es contado.

Nuestro castigo es regulado según la medida de la sabiduría, de la simpatía y del amor.

Lejos esté de nosotros rebelarnos contra esas estipulaciones tan divinas. Señor, si Tú estás a

mi lado para medir las amargas gotas para mi copa, me corresponde tomarla alegremente de

Tu mano, y beberla de acuerdo a tus instrucciones, diciendo: "Hágase tu voluntad."

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

20 de Octubre

"Él salvará a su pueblo de sus pecados." Mateo 1: 21.

Señor, sálvame de mis pecados. Por tu nombre de Jesús me siento animado a orar de esta

manera. Sálvame de mis pecados pasados, para que el hábito de ellos no me mantenga

cautivo. Sálvame de mis pecados constitucionales, para que no sea el esclavo de mis

propias debilidades. Sálvame de los pecados que continuamente están ante mis ojos para

que no pierda mi horror por ellos. Sálvame de mis pecados secretos; pecados que no

percibo debido a mi falta de luz. Sálvame de los pecados súbitos y sorprendentes: no

permitas que sea sacado de mi camino por la fuerza de la tentación. Sálvame, Señor, de

todo pecado. No permitas que la iniquidad tenga dominio sobre mí.


Solamente Tú puedes hacer esto. Yo no puedo romper mis propias cadenas ni eliminar a

mis propios enemigos. Tú conoces la tentación, pues Tú fuiste tentado. Tú conoces el

pecado, pues Tú cargaste con el peso de ese pecado. Tú sabes cómo socorrerme en mi hora

de conflicto. Tú puedes salvarme de pecar, y salvarme cuando he pecado. Se ha prometido

en Tu propio nombre que harás esto, y yo te ruego que en este día me permitas comprobar

la profecía. No permitas que ceda al mal carácter, o al orgullo, o al desaliento o a cualquier

forma de mal; pero sálvame para santidad de vida, para que Tu nombre de Jesús pueda ser

glorificado en mí abundantemente.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

21 de Octubre

"El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte. Yo Jehová, a su tiempo haré que

esto sea cumplido pronto." Isaías 60: 22.

Las obras para el Señor con frecuencia comienzan a pequeña escala, y no son menos

importantes por eso. La debilidad educa a la fe, acerca a Dios, y gana gloria para Su

nombre. El premio es una promesa de crecimiento. El grano de mostaza es la más pequeña

de todas las semillas, y sin embargo, se convierte en una hortaliza y se hace árbol, con

ramas que alojan a los pájaros del cielo. Podemos comenzar con uno, aunque sea "el

pequeño", y, sin embargo, "vendrá a ser mil." El Señor es grandioso con la tabla de

multiplicar. Cuán a menudo le dijo a Su siervo solitario: "Te multiplicaré". Confíen en el

Señor, cuando sean solamente uno o dos; pues Él estará en medio de ustedes si están

congregados en Su nombre.

"El pequeño." ¿Qué puede ser más despreciable a los ojos de aquellos que cuentan cabezas

y pesan fuerzas? Sin embargo, este es el núcleo de una gran nación. Solamente una estrella

brilla inicialmente en la tarde, pero pronto el cielo está cubierto de innumerables luces.

Tampoco debemos pensar que la perspectiva de crecimiento sea remota, pues la promesa

es, "Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto." No habrá una prisa

prematura, como esa que puede verse en reuniones agitadas; todo será a su debido tiempo;

sin embargo, no habrá ninguna demora. Cuando el Señor se apresura, Su velocidad es

gloriosa.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

22 de Octubre

"Tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu bendición será bendita la casa de tu siervo para

siempre." 2 Samuel 7: 29.

Esta es una promesa usada como argumento, y por tanto produce una doble instrucción para

nosotros. Todo aquello que el Señor ha hablado ha de ser recibido por nosotros como

verdaderamente cierto, y podemos argumentarlo ante el trono.

¡Oh, cuán dulce es citar lo que nuestro propio Dios ha dicho! ¡Cuán precioso es usar un

"por tanto" sugerido por la promesa, como lo hace David en este versículo!

No oramos porque dudemos, sino porque creemos. Orar con incredulidad es indigno de los

hijos de Dios. No, Señor, nosotros no podemos dudar de Ti. Estamos persuadidos de que

cada palabra Tuya es un cimiento sólido para la expectativa más osada. Venimos a Ti y

decimos: "Haz conforme a lo que has dicho." Bendice la casa de Tus siervos. Sana a


nuestros enfermos; salva a los que dudan entre los nuestros; restaura a los descarriados;

confirma a los que viven en Tu temor. Señor, danos alimento y vestido conforme a Tu

palabra. Prospera nuestras empresas; especialmente da éxito a nuestros esfuerzos de dar a

conocer Tu Evangelio en nuestra esfera. Convierte a nuestros servidores en Tus siervos, a

nuestros hijos en Tus hijos. Haz que la bendición fluya a las generaciones venideras, y en

tanto que alguno de nosotros permanezca en la tierra, que sea fiel a Ti. Oh, Señor Dios, que

"con tu bendición sea bendita la casa de tu siervo para siempre."

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

23 de Octubre

"Luz está sembrada para el justo, y alegría para los rectos de corazón." Salmo 97: 11

La justicia es a menudo costosa para el hombre que la guarda a pesar de todos los riesgos,

pero al final cubrirá sus propios gastos, y producirá una ganancia infinita. Una vida santa es

como sembrar la semilla: mucho es desparramado y aparentemente queda enterrado en el

suelo, para no ser recogido nunca más. Estamos equivocados cuando esperamos una

cosecha inmediata; pero el error es muy natural, pues parece imposible enterrar a la luz. Sin

embargo, la luz está "sembrada", dice el texto. Yace latente: nadie puede verla. Estamos

completamente seguros que un día ha de manifestarse.

Estamos plenamente seguros que el Señor ha establecido una cosecha para los sembradores

de luz, y ellos la segarán, cada hombre para sí. Entonces vendrá su alegría. Gavillas de gozo

por semillas de luz. Su corazón era recto delante de Dios, aunque los hombres no les daban

crédito por ello, sino que incluso los censuraban: eran justos, aunque quienes los rodeaban

los denunciaban como severos. Ellos tenían que esperar, como el labrador espera el

precioso fruto de la tierra: pero la luz fue sembrada para ellos, y la alegría estaba siendo

preparada en su nombre por el Señor de la cosecha.

¡Valor, hermanos! No necesitamos tener prisa. Poseamos a nuestras almas en paciencia,

pues pronto nuestras almas poseerán luz y alegría.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

24 de Octubre

"Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán contra ti, pero no te

vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice Jehová."

Jeremías 15: 20.

La firmeza en el temor y la fe en Dios, hará al hombre como un muro de bronce que nadie

puede derribar o romper. Únicamente Dios puede hacer así al hombre; pero necesitamos

hombres así en la iglesia, y en el mundo, y especialmente en el púlpito.

Contra intransigentes hombres de la verdad, esta época de imposturas luchará

tesoneramente. Nada parece ofender tanto a Satanás y a su simiente como la resolución.

Ellos atacan la santa firmeza de la manera que los asirios sitiaban las ciudades fortificadas.

La dicha es que ellos no pueden prevalecer contra hombres a quienes Dios ha fortalecido en

Su fuerza. Llevados por todas partes por todo viento de doctrina, otros sólo necesitan ser

soplados y son transportados lejos; pero aquellos que aman las doctrinas de la gracia,

debido a que poseen la gracia de las doctrinas, permanecen firmes como rocas en medio de

mares enfurecidos.


¿De dónde proviene esa firmeza? "Yo estoy contigo, dice Jehová": esa es la verdadera

respuesta. Jehová salvará y liberará a las almas fieles de todos los asaltos del adversario.

Ejércitos están en contra nuestra, pero el Señor de los ejércitos está con nosotros. No nos

atrevemos a movernos ni una pulgada, pues el propio Señor nos sostiene en nuestro lugar, y

allí permaneceremos para siempre.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

25 de Octubre

"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán

añadidas." Mateo 6: 33.

Vean cómo inicia la Biblia: "En el principio. . . Dios." Su vida ha de iniciar de la misma

manera. Busquen con toda su alma, primera y prioritariamente, el reino de Dios como el

lugar de su ciudadanía, y Su justicia como la característica de su vida. En cuanto al resto,

todo provendrá del propio Señor sin que tengan que estar ansiosos por ello. Todo lo que es

necesario para esta vida y para la piedad "estas cosas os serán añadidas."

¡Qué promesa es esta! Alimento, vestido, casa, y todo lo demás, Dios asume la tarea de

añadirlo mientras ustedes lo busquen a Él. Ustedes han de preocuparse por Sus asuntos, y

Él se preocupará por los suyos. Cuando necesiten papel y cordel para envolver, les serán

suministrados con la compra de bienes más importantes; y de igual manera los bienes

terrenales necesarios serán añadidos junto con el reino. Quien sea un heredero de la

salvación no morirá de inanición; y quien vista su alma con la justicia de Dios no podrá ser

dejado por el Señor con su cuerpo desnudo. Abandonemos todo afán devorador.

Concentren su mente en buscar al Señor. La codicia es pobreza, y la ansiedad es miseria: la

confianza en Dios es un patrimonio, y la semejanza a Dios es una herencia celestial. Señor,

yo te estoy buscando, haz que pueda encontrarte.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

26 de Octubre

"Mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados." Mateo 24: 22.

Por causa de Sus escogidos el Señor suspende muchos juicios y acorta otros. En las grandes

tribulaciones el fuego lo devoraría todo si no fuera porque el Señor apaga la llama por

consideración a Sus escogidos. Así, a la vez que salva a Sus escogidos por causa de Jesús,

también preserva a la raza por causa de Sus escogidos.

¡Qué honor es otorgado así a los santos! ¡Cuán diligentemente deberían usar su influencia

con su Señor! Él oirá sus oraciones por los pecadores, y bendecirá sus esfuerzos por su

salvación. Él bendice a los creyentes para que sean una bendición para los que permanecen

en la incredulidad. Muchos pecadores viven por causa de las oraciones de una madre, o de

una esposa, o de una hija, para quienes el Señor tiene consideración.

¿Hemos usado correctamente el singular poder que el Señor nos ha confiado? ¿Oramos por

nuestro país, por otras tierras, y por nuestra época? ¿Nos interponemos como intercesores

en tiempos de guerra, hambre, peste, suplicando que los días sean acortados? ¿Lamentamos

delante de Dios las explosiones de infidelidad, error, y libertinaje? ¿Suplicamos a nuestro

Señor Jesús que acorte el reino del pecado apresurando Su propia gloriosa venida?

Pongámonos de rodillas, y no descansemos hasta que Cristo regrese.


La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

27 de Octubre

"Y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes."

Apocalipsis 22: 3, 4.

Tres preciosas bendiciones serán nuestras en la tierra de gloria.

"Sus siervos le servirán." Ningún otro señor nos oprimirá, ningún otro servicio nos

afligirá. Serviremos a Jesús siempre, perfectamente, sin desfallecimiento, y sin error. Esto

es el cielo para un santo: servir al Señor Cristo en todas las cosas; y ser reconocido por Él

como Su siervo, es la elevada ambición de nuestra alma por la eternidad.

"Y verán su rostro." Esto vuelve al servicio deleitable: en verdad, es la recompensa

presente del servicio. Conoceremos a nuestro Señor, pues le veremos como es. Ver el rostro

de Jesús es el favor supremo que el más fiel siervo del Señor pueda pedir. ¿Qué más podría

pedir Moisés que: "Te ruego que me muestres tu gloria"?

"Y su nombre estará en sus frentes." Ellos contemplan a su Señor hasta que Su nombre es

fotografiado en sus frentes. Ellos son reconocidos por Él, y ellos le reconocen. La marca

secreta de gracia interior se hace manifiesta en la rúbrica pública del Soberano de una

relación confesada.

¡Oh Señor, concédenos estas tres cosas en sus comienzos aquí, para que podamos poseerlas

en su plenitud en Tu propia morada de bienaventuranza!

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román

28 de Octubre

"Y les será perdonado, porque yerro es." Números 15: 25.

Debido a nuestra ignorancia no estamos plenamente conscientes de nuestros pecados de

ignorancia (yerros). Sin embargo, podemos estar seguros que son muchos, tanto en la forma

de comisión como de omisión. Podríamos estar haciendo, como un servicio a Dios, aquello

que Él no ha ordenado y que no puede aceptar nunca.

El Señor conoce cada uno de estos pecados de ignorancia. Esto muy bien debería

alarmarnos, pues en justicia Él requerirá de nuestra mano estas ofensas; pero por otro lado,

la fe espía consuelo en este hecho, pues Él Señor tendrá cuidado de que las manchas que

son invisibles para nosotros, sean limpiadas. Él ve el pecado para dejar de verlo después

que lo arroja detrás de Su espalda.

Nuestro gran consuelo es que Jesús, el verdadero sacerdote, ha hecho expiación por toda la

congregación de los hijos de Israel. Esa expiación garantiza el perdón de pecados

desconocidos. Su sangre preciosa nos limpia de todo pecado. Ya sea que nuestros ojos lo

hayan visto y hayan llorado por él, o no, Dios lo ha visto, Cristo lo ha expiado, el Espíritu

Santo da testimonio de su perdón, y de esta manera tenemos una triple paz.

Oh Padre mío, yo ensalzo Tu conocimiento divino, que no sólo percibe mis iniquidades,

sino que provee de una expiación que me libra de la culpa de ellas, incluso antes de saber

que soy culpable.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román


29 de Octubre

"Y yo pondré redención entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal." Éxodo 8:23.

Faraón tiene un pueblo y el Señor tiene un pueblo. Estos pueden cohabitar, y parecería que

les va igual a ambos, pero hay una división entre ellos, y el Señor la hará manifiesta. Un

evento no sucederá de igual manera para todos a perpetuidad, sino que habrá una gran

diferencia entre los hombres del mundo y el pueblo de la elección de Jehová.

Esto podría ocurrir en el tiempo de los juicios, cuando el Señor se convierta en el santuario

de los santos. Es muy conspicuo en la conversión de los creyentes cuando su pecado es

quitado, mientras los incrédulos permanecen en la condenación. A partir de ese momento

ellos se convierten en una raza distinta, se someten a una nueva disciplina, y gozan de

nuevas bendiciones. Sus hogares, a partir de ese momento, están libres de la gravosa

caterva de males que contaminan y atormentan a los egipcios. Son protegidos de la

contaminación de la lascivia, de la mordedura del afán, de la corrupción de la falsedad, y

del cruel tormento del odio, que devora a muchas familias.

Ten la seguridad, atribulado creyente, que aunque tengas tus aflicciones, eres salvado de

enjambres de peores aflicciones que infestan los hogares y los corazones de los siervos del

Príncipe de este mundo. El Señor ha puesto una división; tú has de mantener esa división en

espíritu, en metas, en carácter y en las compañías que frecuentas.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

30 de Octubre

"Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y

de todos vuestros ídolos os limpiaré." Ezequiel 36: 25

¡Qué sobresaliente gozo es este! Quien nos ha purificado con la sangre de Jesús también

nos limpiará con el agua por el Espíritu Santo. Dios lo ha dicho y así será: "Y seréis

limpiados." Señor, nosotros sentimos y lamentamos nuestra inmundicia, y es alentador que

Tu propia boca nos asegure que seremos limpiados. ¡Oh, que te dignaras hacer una rápida

labor de limpieza!

Él nos librará de nuestros peores pecados. Las sublevaciones de la incredulidad y las

engañosas lascivias que combaten contra el alma, los viles pensamientos del orgullo, y las

sugerencias de Satanás para blasfemar el sagrado nombre: todas estas cosas serán tan

purificadas que no retornarán.

Él también nos limpiará de todos nuestros ídolos, sean de oro o de arcilla: de nuestros

amores impuros, y de nuestro excesivo amor a aquello que en sí mismo es puro. Todo lo

que hemos convertido en un ídolo será arrancado de nosotros o nosotros seremos

desgajados de ello.

Es Dios quien habla de lo que Él mismo hará. Por tanto esta palabra es firme y segura, y

podemos esperar con certeza lo que nos garantiza. La limpieza es una bendición del pacto,

y el pacto es ordenado en todas las cosas y seguro

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

31 de Octubre

"No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH." Salmo 118: 17.

15

¡Esta es una hermosa certeza! Sin duda estaba basada en una promesa, susurrada

interiormente en el corazón del Salmista, a la que se aferró y que disfrutó. ¿Es mi caso

semejante al de David? ¿Estoy deprimido porque el enemigo me insulta? ¿Multitudes están

en contra mía, y sólo unos cuantos de mi lado? ¿Me pide la incredulidad que me acueste y

muera en la desesperación, como un hombre derrotado y deshonrado? ¿Mis enemigos

comienzan a cavar mi tumba?

¿Qué pasará entonces? ¿Cederé al susurro del miedo, y renunciaré a la batalla, y con ello

renunciaré a toda esperanza? Lejos esté de eso. Hay vida en mí todavía: "No moriré." El

vigor retornará y quitará mi debilidad: "viviré". El Señor vive y yo también viviré. Mi boca

será abierta otra vez: "Contaré las obras de JAH." Sí, y hablaré de la tribulación presente

como de otro caso de la fidelidad que obra maravillas y del amor del Señor mi Dios.

Aquellos que quieren tomar mis medidas para hacer mi féretro harían mejor en esperar un

poco; pues "Me castigó gravemente JAH, mas no me entregó a la muerte." ¡Gloria sea dada

a Su nombre por siempre! Yo soy inmortal hasta que mi obra sea completada. Mientras el

Señor no lo quiera ninguna bóveda podrá encerrarme.

La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.

Congregación Pan de Vida | 2016 | La verdad te hará libre
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