Charles Spurgeon
Meditaciones Mes de Marzo
1 de Marzo
"Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos
que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea
glorificado. Pero él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos."
Isaías 66: 5.
Posiblemente este texto no se aplique a uno en diez mil de los lectores de este librito de
promesas; pero el Señor anima a ese con tales palabras como estas. Oremos por los que
son echados fuera indebidamente de la sociedad que aman. ¡Que el Señor aparezca para
su gozo!
El texto se aplica a hombres verdaderamente agraciados que tiemblan ante la palabra de
Dios. Estos eran odiados por sus hermanos, y a la larga fueron echados fuera debido a
su fidelidad y a su santidad. Esto debe haber sido muy amargo para ellos; y con mayor
razón porque fueron echados fuera en el nombre de la religión, y manifiestamente con la
mira de glorificar a Dios. ¡Cuánto se hace para el demonio en el nombre de Dios! El uso
del nombre de Jehová para agregar veneno a la mordida de la serpiente antigua, es un
ejemplo de esta argucia.
La aparición del Señor para ellos es la esperanza de Su pueblo perseguido. Él aparece
como el abogado y defensor de Sus elegidos; y cuando lo hace, esto significa una clara
liberación para los temerosos de Dios y vergüenza para sus opresores. ¡Oh, Señor,
cumple esta palabra para aquellos a quienes los hombres están ridiculizando!
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
2 de Marzo
"Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea
tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto recompensará en público."
Mateo 6: 3, 4.
Ninguna promesa es hecha a aquellos que dan a los pobres para ser vistos de los
hombres. Reciben su recompensa de inmediato, y no pueden esperar un pago doble.
Ocultemos nuestra caridad; sí, ocultémosla incluso de nosotros mismos. Den con tanta
frecuencia y den en abundancia, como un asunto de rutina, al punto que ya no sea más
notorio haber ayudado al pobre, que haber comido sus comidas regulares. Den sus
limosnas sin susurrarse siquiera: "¡cuán generoso soy!" No traten de recompensarse a
ustedes mismos. Dejen ese asunto a Dios, que nunca deja de ver, de registrar, y de
recompensar. Bienaventurado es el hombre que está ocupado en secreto con su
generosidad: encuentra un gozo especial en sus desconocidas benevolencias. Este es el
pan que, comido sigilosamente, es más delicioso que los banquetes de los reyes. ¿Cómo
me puedo dar el gusto hoy de este lujo exquisito? He de tener un festín real de ternura y
generosidad de alma.
Aquí y en el más allá, el Señor mismo verá personalmente que se recompense al dador
secreto de limosnas. Esto se hará a Su manera y a Su tiempo; y Él elegirá lo mejor. Cuál
es el significado de esta promesa, se requerirá de una eternidad para revelarlo.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
3 de Marzo
"Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción."
Salmo 16: 10.
Esta palabra tiene su adecuado cumplimiento en el Señor Jesús; pero se aplica también,
con una variación, a todos los que están en Él. Nuestra alma no será dejada en el estado
de separación, y nuestro cuerpo, aunque vea la corrupción, se levantará de nuevo. Es a
este significado general, más bien que a la aplicación específica, que queremos atraer
los pensamientos de nuestros lectores en este momento en particular.
Podríamos descender muy hondo en espíritu, hasta parecer que nos sumergimos en el
abismo del infierno; pero no seremos dejados allí. Podría parecer que estamos a las
puertas de la muerte en el corazón y la conciencia; pero no podemos permanecer allí.
Nuestra muerte interna en cuanto a gozo y esperanza puede progresar muy lejos; pero
no puede continuar hasta sus últimas consecuencias, hasta alcanzar la plena corrupción
de la negra desesperación. Podremos descender muy bajo, pero no más bajo de lo que el
Señor permita; podremos detenernos en el más profundo calabozo de la duda por un
tiempo, pero no pereceremos allí. La estrella de la esperanza sigue todavía en el cielo
cuando la noche es más negra. El Señor no nos olvidará ni nos entregará al enemigo.
Descansemos en la esperanza. Tenemos que tratar con uno cuya misericordia permanece
para siempre. Ciertamente, de la muerte, y de la oscuridad, y de la desesperación, hemos
de levantarnos a la vida, a luz y a la libertad.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
4 de Marzo
"Yo honraré a los que me honran." 1 Samuel 2: 30.
¿Hago de la honra de Dios el gran objetivo de mi vida y la regla de mi conducta? Si es
así, Él me honrará. Puede ser que por un tiempo no reciba ninguna honra del hombre,
pero Dios mismo pondrá honor en mí de la manera más eficaz. Estar dispuesto a ser
avergonzado por motivos de conciencia se encontrará al final que es el camino más
seguro para la honra.
Elí no había honrado al Señor al no gobernar bien su casa, y sus hijos no habían
honrado al Señor con un comportamiento digno de su sagrado oficio, y, por tanto, el
Señor no los honró a ellos, sino que retiró el sacerdocio de su familia, e hizo que el
joven Samuel fuera el gobernante de la tierra en lugar de cualquier persona del linaje de
ellos. Si quiero ver a mi familia ennoblecida, he de honrar al Señor en todas las cosas.
Dios podría permitir que el malvado alcance honras mundanas; pero la dignidad que Él
mismo otorga, incluso la gloria, el honor, y la inmortalidad, es reservada para aquellos
que mediante santa obediencia procuran honrarlo a Él.
¿Qué puedo hacer en este día para honrar al Señor? Voy a promover Su gloria a través
de un testimonio verbal, y por medio de mi obediencia práctica. También voy a honrarlo
con mis bienes, y ofreciéndole un servicio especial. He de sentarme y pensar cómo
puedo honrarlo, puesto que Él me honrará.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
5 de Marzo
"Pero bendecirá la morada de los justos." Proverbios 3: 33.
El justo teme al Señor y por tanto está bajo la protección divina incluso en cuanto al
techo que le cubre a él y a su familia. Su casa es una morada de amor, una escuela de
entrenamiento santo, y un lugar de luz celestial. En ella hay un altar familiar donde el
nombre del Señor es tenido diariamente en reverencia. Por ello el Señor bendice su
habitación. Puede ser una casita humilde o una mansión señorial; pero la bendición del
Señor llega debido al carácter del habitante, y no debido al tamaño de la morada.
El hogar en el que el señor y la señora son personas temerosas de Dios, es sumamente
bendecido; pero un hijo o una hija o incluso un sirviente pueden atraer una bendición
sobre todo el hogar. El Señor con frecuencia preserva, prospera y provee a toda una
familia por causa de uno o dos de sus miembros, que son personas "justas" en Su
estimación, porque Su gracia los ha hecho así. Amados, hemos de tener a Jesús como
nuestro huésped constante, así como lo tenían las hermanas de Betania, y entonces
seremos en verdad bendecidos.
Hemos de procurar ser justos en todas las cosas: en nuestro negocio, en nuestro juicio
sobre los demás, en nuestro trato con los vecinos, y en nuestro propio carácter personal.
Un Dios justo no puede bendecir transacciones injustas.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
6 de Marzo
"En ti el huérfano alcanzará misericordia." Oseas 14: 3.
Esta es una excelente razón para deshacernos de todas las otras confianzas y confiar
únicamente en el Señor. Cuando un niño se queda sin su protector natural, nuestro Dios
interviene y se convierte en su guardián: así también, cuando un hombre ha perdido
todo objeto de dependencia, puede apoyarse plenamente en el Dios vivo y encontrar en
Él todo lo que necesita. Los huérfanos son colocados sobre la paternidad de Dios, y Él
provee para ellos. El escritor de estas páginas sabe lo que es depender del brazo desnudo
de Dios, y da su testimonio voluntario de que ninguna confianza está tan bien
certificada por los hechos, o tan segura de ser recompensada por los resultados, como la
confianza en el invisible pero siempre vivo Dios.
Algunos hijos que tienen padres no son mejores por causa de ellos, pero los huérfanos
con Dios son ricos. Es mejor tener a Dios y a ningún otro amigo, que tener a todos los
protectores de la tierra pero no tener a Dios. Ser separado de la criatura es doloroso,
pero mientras el Señor permanezca siendo la fuente de la misericordia para nosotros, no
somos huérfanos en absoluto. Que los niños sin padre argumenten esta palabra de gracia
en esta mañana, y que todos los que hayan perdido el apoyo visible hagan lo mismo.
¡Señor, que encuentre yo misericordia en Ti! Entre más necesitado e indefenso me
encuentro, más confiadamente apelo a Tu amoroso corazón.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
7 de Marzo
"Jehová liberta a los cautivos." Salmo 146: 7.
Él lo ha hecho. Recuerden a José, a Israel en Egipto, a Manasés, a Jeremías, a Pedro y a
muchos otros. Él todavía puede hacerlo. Él rompe las barras de bronce con una palabra,
y desata los grilletes de hierro con una mirada. Él lo está haciendo. En miles de lugares,
aquellos que están atribulados están saliendo a la luz y tienen un respiro. Jesús todavía
proclama la salida de la prisión para quienes están detenidos. En este momento las
puertas se están abriendo de par en par y los grilletes están cayendo al suelo.
Él se deleitará en liberarte, querido amigo, si en este momento gimes por causa de
aflicción, la duda o el miedo. Será un gozo para Jesús darte libertad. Le dará un gran
placer soltarte, como será un placer para ti ser soltado. No, tú no tienes que cortar la
atadura de hierro: el propio Señor lo hará. Sólo confía en Él, y Él será tu Emancipador.
Cree en Él a pesar de las paredes de piedra, o las esposas de hierro. Satanás no puede
retenerte, el pecado no puede encadenarte, y ni siquiera la desesperación puede
sujetarte, si crees ahora en el Señor Jesús, y en la gratuidad de Su gracia, y en la
plenitud de Su poder para salvar.
Desafía al enemigo, y deja que la palabra que está ahora delante de ti sea tu cántico de
liberación: "Jehová liberta a los cautivos."
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
8 de Marzo
"Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar." Deuteronomio 28: 5.
La obediencia trae una bendición sobre todas las provisiones que nuestra diligencia nos
proporciona. Aquello que entra y sale de inmediato, como la fruta en la canasta que es
para uso inmediato, será bendecido; y aquello que permanece con nosotros por una
temporada más larga, igualmente recibirá una bendición. Tal vez la nuestra sea una
porción equivalente a una canasta de mano. Tenemos muy poco para el desayuno, y un
escaso bocado para la comida, en nuestro canasto, cuando salimos a nuestro trabajo en
la mañana. Esto está bien, pues la bendición del Señor es prometida para esa canasta. Si
no contamos con provisiones y sólo tenemos lo que llevamos de la mano a la boca,
recibiendo cada día la provisión del día, estamos tan bien como Israel; pues cuando el
Señor mantenía a Su pueblo elegido, sólo les proporcionaba maná para el día. ¿Qué más
necesitaban ellos? ¿Qué más necesitamos nosotros?
Pero si tenemos una reserva, ¡cuánto más necesitamos que el Señor la bendiga! Pues
está el cuidado de obtenerla, el cuidado de guardarla, el cuidado de administrarla, el
cuidado de usarla; y a menos que el Señor la bendiga, estos cuidados carcomerán
nuestros corazones, hasta que nuestros bienes se conviertan en nuestros dioses, y
nuestros cuidados se manifiesten en llagas gangrenosas.
Oh, Señor, bendice nuestros bienes. Capacítanos para usarlos para Tu gloria. Ayúdanos
a mantener las cosas mundanas en su debido lugar, y que nuestros ahorros no pongan en
peligro la salvación de nuestras almas.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
9 de Marzo
"Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a
Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz." Jeremías 28: 7.
El principio involucrado en este texto nos sugiere a todos aquellos de nosotros que
somos los peregrinos y extranjeros del Señor, que hemos de estar deseosos de promover
la paz y la prosperidad de la gente entre quienes habitamos. Nuestra nación y nuestra
ciudad han de ser especialmente bendecidas por nuestra constante intercesión. Una
sincera oración por Gran Bretaña e Irlanda es muy conveniente en la boca de cada
creyente inglés.
Oremos con denuedo por la gran bendición de la paz, tanto en casa como en el
extranjero. Si la refriega causara el derramamiento de sangre en nuestras calles, o si la
batalla en el extranjero matara a nuestros valientes soldados, todos nosotros deberíamos
lamentar la calamidad; por tanto, oremos por la paz, y promovamos diligentemente
aquellos principios por los que las clases sociales en casa y los pueblos extranjeros estén
ligados entre sí con lazos de amistad.
A nosotros mismos se nos promete tranquilidad en conexión con la paz de la nación, y
esto es sumamente deseable; pues así podemos educar a nuestras familias en el temor
del Señor, y también predicar el Evangelio sin impedimentos y sin obstáculos. Hoy
hemos de orar mucho por nuestro país, confesando los pecados nacionales, y pidiendo el
perdón y la bendición para la nación, por Jesucristo nuestro Señor.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
10 de Marzo
"Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en
tinieblas." Juan 12: 46.
Este mundo es oscuro como la medianoche; Jesús ha venido para que por fe, tengamos
luz y no permanezcamos por más tiempo en la tenebrosidad que cubre a todo el resto de
la humanidad.
Todo aquel es un término muy amplio: quiere decir ustedes y yo. Si confiamos en Jesús,
no permaneceremos más en la oscura sombra de la muerte, sino que entraremos en la
cálida luz de un día que no terminará nunca. ¿Por qué no salimos a la luz de inmediato?
Una nube se puede cernir algunas veces sobre nosotros, pero no permaneceremos en la
oscuridad si creemos en Jesús. Él ha venido para proporcionarnos abundante luz del día.
¿Vendrá en vano? Si tenemos fe, contamos con el privilegio de la luz del sol: debemos
gozarlo. Jesús ha venido para liberarnos de la noche de la depravación natural, de la
ignorancia, de la duda, de la desesperación, del pecado y del terror; y todos los
creyentes sabrán que Él no viene en vano, como tampoco lo hace el sol que sale y
esparce indefectiblemente su calor y su luz.
Arroja con una sacudida tu depresión, amado hermano. No permanezcas en las tinieblas,
sino habita en la luz. En Jesús está tu esperanza, tu gozo, tu cielo. Míralo a Él, y
únicamente a Él, y te gozarás como los pájaros se deleitan con la salida del sol, y como
los ángeles se gozan delante del trono.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
11 de Marzo
"Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque
de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos." 1 Samuel 17: 47.
Este punto nos ha de quedar muy claro: que la batalla es del Señor, y podemos estar
muy seguros de la victoria, y de una victoria tal, que manifieste mejor el poder de Dios.
El Señor es olvidado por todos los hombres en demasía, sí, incluso por las asambleas de
Israel; y cuando haya una oportunidad de hacer ver a los hombres que la Grandiosa
Primera Causa puede alcanzar Sus propósitos sin el poder del hombre, es una ocasión
inapreciable que debe ser bien empleada. Incluso Israel confía demasiado en la espada y
la lanza. Es algo grandioso que no haya una espada en la mano de David, y, sin
embargo, que David sepa que su Dios vencerá a ejércitos enteros de pueblos enemigos.
Si en verdad estamos contendiendo por la verdad y la justicia, no nos demoremos hasta
que tengamos talento, o riqueza, o cualquier otra forma de poder visible a nuestra
disposición; pero con tales piedras como las que encontramos en el arroyo, y con
nuestra usual honda, corramos a enfrentar al enemigo. Si fuese nuestra propia batalla
podríamos desconfiar; pero si nos estamos levantando por Jesús, y haciendo la guerra en
Su fortaleza únicamente, ¿quién podría estorbarnos? Sin ninguna traza de duda,
enfrentemos a los filisteos; pues el Señor de los Ejércitos está con nosotros, ¿y quién
podría estar contra nosotros?
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
12 de Marzo
"A Zabulón dijo: alégrate, Zabulón cuando salieres." Deuteronomio 33: 18.
Las bendiciones de las tribus son nuestras; pues nosotros somos el verdadero Israel que
adora a Dios en espíritu y no tiene confianza en la carne. Zabulón ha de regocijarse
porque Jehová lo bendecirá "cuando saliere"; vemos también para nosotros, una
promesa latente en esta bendición. Cuando salgamos buscaremos ocasiones de gozo.
Cuando salimos en un viaje, la providencia de Dios es nuestra escolta. Cuando salimos
para emigrar, el Señor está con nosotros, tanto en tierra como en el mar. Cuando
salimos como misioneros, Jesús nos dice: "He aquí yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo." Salimos cada día a nuestro trabajo, y podemos hacerlo con
alegría, pues Dios estará con nosotros desde la mañana hasta la noche.
Un miedo se introduce en nosotros cuando estamos comenzando algo, pues no sabemos
qué podríamos encontrar; pero esta bendición puede servirnos muy bien como una
palabra de buen aliento. Cuando empaquemos para mudarnos, pongamos este versículo
en el baúl de viaje; coloquémoslo en nuestros corazones, y guardémoslo allí; sí,
pongámoslo en nuestra lengua para que nos haga cantar. Levemos el ancla con un
cántico, y subámonos al carruaje con un salmo. Hemos de pertenecer a la tribu que se
alegra, y en cada uno de nuestros momentos, hemos de alabar al Señor con corazones
alegres.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
13 de Marzo
"Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. Y me dijo
Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que
te mande." Jeremías 1: 6, 7.
Jeremías era joven y sentía una reticencia natural cuando fue enviado por el Señor a
cumplir un gran encargo; pero el que lo envió no aceptaría que dijera: "Soy niño". Lo
que era en sí mismo no debía ser mencionado, sino que había de perderse en la
consideración de que era elegido para hablar por Dios. No tenía que idear ni inventar un
mensaje, ni elegir un audiencia: él tenía que hablar lo que Dios le mandase, y hablar
adonde Dios le enviase, y sería capacitado para hacer esto con una fuerza que no era la
suya.
¿No ocurre lo mismo con algún joven predicador, o algún maestro que lea estas líneas?
Dios sabe cuán joven eres, y cuán débiles son tu conocimiento y tu experiencia; pero si
Él decide enviarte, no te corresponde cuestionar el llamado celestial. Dios se
engrandecerá en tu debilidad. Si fueras tan viejo como Matusalén, ¿cuánto te ayudarían
tus años? Si fueras tan sabio como Salomón, podrías ser tan veleidoso como él. Has de
atenerte a tu mensaje, y será tu sabiduría; sigue tus órdenes de marcha y serán tu
discreción.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
14 de Marzo
"Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros." Isaías 66:
13.
¡El consuelo de una madre! Ah, es la ternura misma. ¡Cómo se adentra una madre en el
dolor de su hijo! ¡Cómo lo estrecha contra su pecho, y trata de extraerle toda su
aflicción para trasladarla a su propio corazón! Él puede contarle todo a ella, ya que se
identificará con el problema como nadie podría hacerlo. Entre todos los consoladores, el
niño prefiere a su madre, e incluso hombres adultos han descubierto que esto es así.
¿Acaso Jehová condesciende a hacer el papel de una madre? Esto, en verdad, es bondad.
Podemos percibir con facilidad que Él sea un padre; pero ¿será también como una
madre? ¿Acaso no nos invita esto a una santa familiaridad, a una confianza sin reservas,
a un reposo sagrado? Cuando Dios se convierte en "el Consolador" ninguna angustia
puede permanecer por largo tiempo. Cada uno de nosotros ha de contarle su problema,
aunque los sollozos y los suspiros se conviertan en nuestra primera expresión. Él no nos
despreciará por nuestras lágrimas; nuestra madre no lo hizo. Él considerará nuestra
debilidad así como lo hizo ella, y quitará nuestras faltas, sólo que lo hará de una manera
más cierta y más seguro de lo que nuestra madre podría hacerlo. No procuraremos llevar
solos nuestro dolor: eso sería rudo para Uno tan gentil y tan amable. Comencemos el día
con nuestro amante Dios, y, ¿por qué no lo terminamos en la misma compañía, puesto
que las madres nunca se cansan de sus hijos?
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
15 de Marzo
"Por tanto, di: Así ha dicho Jehová el Señor: Aunque les he arrojado lejos entre las
naciones, y les he esparcido por las tierras, con todo eso les seré por un pequeño
santuario en las tierras adonde lleguen." Ezequiel 11: 16.
Proscritos de los medios públicos de la gracia, no nos quedamos desprovistos de la
gracia de los medios. El Señor que coloca a Su pueblo donde se sienten como exilados,
estará con ellos, y será para ellos todo lo que podrían haber tenido en casa, en el lugar
de sus solemnes asambleas. ¡Aprópiense de esto, oh ustedes que son llamados a andar
errantes!
Dios es para Su pueblo un lugar de refugio. Ellos encuentran santuario en Él frente a
todos los adversarios. Él es también su lugar de adoración. Él está con ellos como
estuvo con Jacob cuando durmió al aire libre, y levantándose, dijo: "Ciertamente Jehová
está en este lugar." Para ellos Dios será también un santuario de tranquilidad, como el
lugar santísimo, que era la silenciosa morada del Eterno. Ellos estarán tranquilos frente
al temor del mal.
El propio Dios, en Cristo Jesús, es el santuario de misericordia. El arca del pacto es el
Señor Jesús, y la vara de Aarón, la urna del maná y las tablas de la ley están todas en
Cristo nuestro santuario. En Dios encontramos el santuario de santidad y de comunión.
¿Qué más necesitamos? ¡Oh, Señor, cumple esta promesa, y sé siempre para nosotros
como un pequeño santuario!
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
16 de Marzo
"Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz
estará con vosotros." Filipenses 4: 9.
Es algo bueno cuando un hombre puede ser imitado minuciosamente para beneficio,
como Pablo podía ser imitado. ¡Oh, que recibamos la gracia de imitarlo este día y todos
los días!
Si nosotros, por medio de la gracia divina, pusiéramos en práctica la enseñanza paulina,
podríamos reclamar la promesa que está ahora abierta delante de nosotros; ¡y qué
promesa es! Dios, que ama la paz, hace la paz, e infunde paz, estará con nosotros. "Paz
sea con todos vosotros" es una dulce bendición; pero que el Dios de paz esté con
nosotros, es una mayor bendición. De esta manera tenemos tanto la fuente como
también sus corrientes, tenemos el sol así como sus rayos. Si el Dios de paz está con
nosotros, gozaremos de la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, aunque las
circunstancias externas amenacen con perturbarnos. Si los hombres disputaran, nosotros
nos convertiríamos en pacificadores, si el Hacedor de la paz está con nosotros.
Es en el camino de la verdad que la paz real es encontrada. Si abandonamos la fe o nos
desviamos del sendero de justicia bajo la noción de promover la paz, estaremos
gravemente equivocados. Primero puros, y luego pacíficos, es el orden de la sabiduría y
de la evidencia. Apeguémonos a la instrucción de Pablo, y tendremos al Dios de paz con
nosotros de la misma manera que estuvo con el apóstol.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
17 de Marzo
"No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová." Jeremías
1: 8.
Siempre que el miedo se apodera de nosotros y nos hace vacilar, estamos en peligro de
caer en pecado. La presunción ha de ser temida pero también hemos de temer la
cobardía. "Atrévete a ser un Daniel". Nuestro grandioso Capitán ha de ser servido por
valientes soldados.
Qué motivo es este para que tengamos valentía. Dios está con aquellos que están con Él.
Dios nunca estará lejos cuando llegue la hora de la lucha. ¿Te está amenazando alguien?
¿Quién eres tú para que tengas miedo de un hombre que habrá de morir? ¿Perderás tu
condición? Tu Dios a quien sirves encontrará pan y agua para Sus siervos. ¿Acaso no
puedes confiar en Él? ¿Te cubre alguien de ridículo? ¿Romperá esto tus huesos o tu
corazón? Sopórtalo por Cristo e incluso regocíjate por ello.
Dios está con los sinceros, los justos y los santos, para librarlos; y Él te librará.
Recuerda cómo salió Daniel del foso de los leones, y cómo salieron los tres jóvenes
santos del horno. Tu caso no es tan desesperado como el de ellos; pero si lo fuese, el
Señor te apoyará en todo momento y te hará más que un vencedor. Tenle miedo a tener
miedo. Tenle temor a tener temor. Tu peor enemigo está en tu propio pecho. Cae de
rodillas y clama pidiendo ayuda y luego levántate diciendo: "Me aseguraré y no
temeré."
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
18 de Marzo
"Mas la oración de los rectos es su gozo." Proverbios 15: 8.
Esto equivale a una promesa, pues declara un hecho presente que será siempre el mismo
a través de todas las edades. Dios se complace mucho en las oraciones de los hombres
rectos; incluso las llama Su gozo. Ser rectos debe ser nuestra primera preocupación. Sin
inclinarnos a un lado o al otro, seamos rectos: sin permitir ser torcidos por la política ni
quedar postrados por ceder al mal, seamos rectos en estricta integridad y sinceridad. Si
comenzamos a evadir y a cambiar, seremos dejados para que nos las arreglemos solos.
Si recorremos vías torcidas, descubriremos que no podemos orar, y si pretendemos
hacerlo, encontraremos que nuestras oraciones no entran en el cielo.
¿Estamos actuando en línea recta y así seguimos la voluntad revelada del Señor?
Entonces oremos mucho y oremos en fe. Si nuestra oración es un gozo para Dios, no
hemos de escatimar lo que le produce gozo. Él no considera la gramática de la oración,
ni su metafísica, ni su retórica; en todas estas cosas, los hombres podrían despreciarla.
Él, como un Padre, se complace en los balbuceos de Sus bebés, en los tartamudeos de
Sus hijos e hijas recién nacidos. ¿No deberíamos deleitarnos en la oración puesto que el
Señor se goza en ella? Hagamos visitas al trono. El Señor nos proporciona muchas
razones para que oremos, y hemos de agradecerle que así sea.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
19 de Marzo
"Gracia y gloria dará Jehová." Salmo 84: 11.
Gracia es lo que necesitamos justo ahora, y ha de ser recibirse libremente. ¿Qué puede
ser más libre que un don? Hoy recibiremos gracia sustentadora, fortalecedora,
santificadora y favorable. Él ha proporcionado gracia diaria hasta ahora, y en cuanto al
futuro, esa gracia bastará. Si tenemos poca gracia, la falla radica en nosotros; pues en el
Señor no hay escasez, ni es tardo para proporcionarla en abundancia. Podemos pedir
toda la gracia que queramos, sin temer nunca un desaire. Él da abundantemente y sin
reproche.
Puede ser que el Señor no dé oro, pero dará gracia: puede ser que no dé ganancia, pero
dará gracia. Ciertamente Él nos enviará pruebas, pero nos dará gracia en proporción a
esas pruebas. Podremos ser llamados a esforzarnos arduamente, y a sufrir, pero con esa
llamada vendrá toda la gracia requerida.
¡Y qué Y hay en el texto: "y gloria"! No necesitamos gloria todavía, y todavía no somos
aptos para ella; pero la tendremos en su debido orden. Después de haber comido el pan
de la gracia, beberemos del vino de la gloria. Hemos de ir del lugar santo, que es la
gracia, al lugar santísimo, que es la gloria. Estas palabras "y gloria" son suficientes para
hacer que un hombre dance de gozo. Un poco de tiempo más, un poco más, y luego ¡la
gloria para siempre!
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
20 de Marzo
"Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así,
¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? Mateo 6: 30.
Los vestidos son caros, y los creyentes pobres podrían ser conducidos a la ansiedad
cuando se preguntan: ¿de dónde provendrá su siguiente traje? Las suelas están gastadas;
¿cómo conseguiremos nuevos zapatos? Vean cómo nuestro previsor Señor ha dado la
provisión para enfrentar esta preocupación. Nuestro Padre celestial viste a la hierba del
campo con un esplendor que Salomón no pudo emular: ¿acaso no vestirá a Sus propios
hijos? Estamos seguros que lo hará. Puede ser que haya muchos remiendos y costuras,
pero en verdad tendremos vestidos.
Un pobre ministro tenía sus vestidos muy raídos y tan desgastados que casi se
deshacían; pero como siervo del Señor esperaba que su Maestro le proporcionara su
librea. Sucedió que el escritor de esta reflexión, en una visita a un amigo, fue invitado a
ocupar el púlpito de aquel buen hombre, y se le vino a la mente hacer una colecta para
él, y así obtuvo su uniforme. Hemos visto muchos otros casos en los que quienes sirven
al Señor han descubierto que Él se preocupa por su guardarropa. Quien hizo al hombre
de tal manera que cuando hubo pecado necesitó de vestidos, también en misericordia le
suministró las ropas; y los vestidos que el Señor les dio a nuestros primeros padres
fueron mucho mejores que los que ellos mismos se hicieron.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
21 de Marzo
"Entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará." Proverbios 3:
23.
Es decir, si seguimos los caminos de la sabiduría y de la santidad, seremos preservados
en ellos. El que viaja a la luz del día por la calzada, está bajo la protección del rey. Hay
un camino para cada persona, es decir, su propio llamamiento en la vida, y si nosotros
caminamos en él, en el temor de Dios, Él nos preservará del mal. Tal vez no viajemos
lujosamente, pero caminaremos con seguridad. Tal vez ya no podamos correr como lo
hacen los jóvenes, pero podremos caminar como hombres buenos.
Nuestro mayor peligro está en nosotros mismos: nuestro débil pie es muy tristemente
propenso al tropiezo. Pidamos una mayor fortaleza moral, para que nuestra tendencia a
resbalar pueda ser dominada. Algunos tropiezan porque no ven la piedra en el camino:
la gracia divina nos capacita para ver el pecado, y así evitarlo. Hemos de argumentar
esta promesa, y hemos de confiar en Aquel, que sostiene a Sus elegidos.
¡Ay!, nuestro peor peligro es nuestra propia negligencia, pero el Señor nos ha puesto en
guardia contra esto, diciendo: "Velad y orad."
¡Oh, pidamos gracia para caminar hoy sin un solo tropiezo! No basta que no caigamos
de hecho; nuestro clamor ha de ser que no experimentemos el menor resbalón con
nuestro pie, sino que al fin adoremos a Quien es poderoso para protegernos de cualquier
tropiezo.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
22 de Marzo
"Da gracia a los humildes." Santiago 4: 6.
Los corazones humildes buscan la gracia, y, por tanto, la obtienen. Los corazones
humildes se someten a las dulces influencias de la gracia, y, así, la gracia es prodigada
sobre ellos más y más abundantemente. Los corazones humildes permanecen en los
valles donde fluyen los arroyos de la gracia, y, así, beben de ellos. Los corazones
humildes están agradecidos por la gracia y dan al Señor la gloria de ello, y, por esto, es
consistente con Su honor que Él les proporcione gracia.
Vamos, querido lector, ocupa un lugar humilde. Sé pequeño en tu propia estimación,
para que el Señor haga mucho de ti. Tal vez irrumpa el suspiro: "me temo que no soy
humilde". Tal vez este sea el lenguaje de la verdadera humildad. Algunos están
orgullosos de ser humildes, y este es uno de los peores tipos de orgullo. Nosotros somos
criaturas necesitadas, desvalidas, indignas, merecedoras del infierno, y si no somos
humildes, deberíamos serlo. Hemos de humillarnos por causa de nuestros pecados
contra la humildad, y entonces el Señor nos dará a probar Su favor. La gracia nos hace
humildes y la gracia encuentra una oportunidad en esta humildad para derramar mayor
gracia. Hemos de descender para que podamos ascender. Hemos de ser pobres en
espíritu para que Dios nos haga ricos. Seamos humildes para que no necesitemos ser
humillados, para que seamos exaltados por la gracia de Dios.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
23 de Marzo
"Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían." Isaías 42: 16.
¡Piensen que el infinitamente glorioso Jehová actúa como Guía de los ciegos! ¡Qué
condescendencia ilimitada implica esto! Un ciego no puede encontrar un camino que no
conozca. Incluso cuando conoce el camino, le resulta difícil recorrerlo; pero un camino
que no hubiera conocido sería una aventura imposible para sus pies si estuvieran
desprovistos de un guía. Ahora, nosotros somos ciegos por naturaleza en lo relativo al
camino de la salvación, y, sin embargo, el Señor nos introduce en él, y nos lleva hasta
Él, y luego abre nuestros ojos. Todos nosotros somos ciegos en cuanto al futuro, y no
podemos ver la siguiente hora, pero el Señor Jesús nos guiará hasta el final de nuestro
viaje. ¡Bendito sea Su nombre!
No podemos adivinar de qué manera nos llegará la liberación, pero el Señor lo sabe, y
Él nos guiará hasta que hayamos escapado de todo peligro. Bienaventurados los que
ponen su mano sobre ese grandioso Guía, y confían su camino a Él y se entregan ellos
mismos a Él. Él los guiará a lo largo de todo el camino; y cuando los haya llevado a
casa, a la gloria, y haya abierto sus ojos para que vean el camino por el que los condujo,
¡qué cántico de gratitud cantarán a su grandioso Benefactor! ¡Señor, guía a tu pobre hijo
ciego en este día, pues no conozco mi camino!
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
24 de Marzo
"Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal." 2 Tesalonicenses 3: 3.
Los hombres a menudo están tan desprovistos de razón como de fe. Todavía hay entre
nosotros "hombres perversos y malos". No sirve de nada argumentar con ellos o
procurar tener paz con ellos: tienen un corazón falso y su conversación es engañosa.
Bien, ¿qué haremos? ¿Acaso nos preocuparemos por ellos? No; volvámonos al Señor,
pues Él es fiel. Ninguna promesa de Su palabra será incumplida jamás. Él no es
irrazonable en Sus exigencias para con nosotros, ni es infiel a nuestros argumentos
relacionados con Él. Tenemos un Dios fiel. Esto ha de ser nuestro gozo.
Él nos confirmará de tal manera que los hombres perversos no ocasionarán nuestra
caída, y Él nos guardará de tal manera que ninguno de los males que ahora nos asedian,
nos hará realmente ningún daño. Qué bendición es para nosotros que no tengamos que
contender con los hombres, y más bien que se nos permita abrigarnos en el Señor Jesús,
que se identifica verdaderamente con nosotros. Hay un corazón sincero, una mente fiel,
un Amor inmutable; descansemos allí. El Señor cumplirá el propósito de Su gracia para
con nosotros, Sus siervos, y no debemos permitir que ni una sombra de duda caiga sobre
nuestros espíritus. Todo lo que los hombres o los demonios puedan hacer, no puede
impedir que gocemos de la protección y la provisión divinas. Oremos en este día
pidiéndole al Señor que nos afirme y nos guarde.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
25 de Marzo
"Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato."
Proverbios 3: 24.
¿Es el lector una persona propensa a quedar confinada por un tiempo en el lecho de la
enfermedad? Que suba a su aposento sin zozobra con esta promesa en su corazón:
"Cuando te acuestes, no tendrás temor."
Cuando nos retiramos a la cama en la noche, esta palabra ha de suavizar nuestra
almohada. Nosotros no podemos vigilarnos en el sueño, pero el Señor nos guardará
durante la noche. Quienes se acuestan bajo la protección del Señor están tan seguros
como los reyes y las reinas en sus palacios, y todavía mucho más seguros. Si cuando
nos acostamos también se acuestan con nosotros todos los cuidados y las ambiciones,
obtendremos en nuestras camas un descanso de naturaleza tal que ni los ansiosos ni los
ambiciosos pueden encontrar en las suyas. Los malos sueños serán desterrados, o aun si
vinieran, borraremos la impresión que nos dejen, sabiendo que son únicamente sueños.
Si dormimos así, estaremos bien. Cuán dulcemente durmió Pedro cuando ni siquiera la
luz del ángel lo despertó, y requirió de una fuerte sacudida en su costado para que se
despertara. Y, sin embargo, estaba sentenciado a morir en la mañana. Así han dormido
los mártires antes de ser incinerados. "Pues que a su amado dará Dios el sueño."
Para tener un dulce sueño debemos tener vidas dulces, temperamentos dulces,
meditaciones dulces y un dulce amor.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
26 de Marzo
"Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor." Salmo 41: 3.
Recuerden que esta es una promesa para el hombre que considera al pobre. ¿Eres tú uno
de ellos? Entonces puedes apropiarte del texto, pero nadie más puede hacerlo.
¡Vean cómo en la hora de la enfermedad, el Dios de los pobres bendice al hombre que
se preocupa por los pobres!
Los brazos eternos sustentarán su alma así como las manos amigas y la blanda
almohada sustentan el cuerpo del enfermo. ¡Cuán tierna y condescendiente es esta
imagen; cuán cerca de nuestras debilidades y de nuestras enfermedades trae a nuestro
Dios! ¿Quién oyó decir lo mismo del antiguo Júpiter pagano, o de los dioses de la India
o de China? Este es un lenguaje peculiar al Dios de Israel; Él es quien se digna volverse
enfermero y asistente de los hombres buenos. Si golpea con una mano, Él sustenta con
la otra. ¡Oh, es un bendito desfallecimiento cuando uno cae sobre el propio pecho del
Señor y es sustentado allí! La gracia es el mejor de los reconstituyentes; el amor divino
es el más seguro estimulante para un paciente que languidece; vuelve al alma fuerte
como un gigante, aun cuando los huesos se estén quebrando a través de la piel. No hay
ningún médico como el Señor, ningún tónico como Su promesa, ningún vino como Su
amor.
Si el lector ha incumplido su deber para con los pobres, ha de ver lo que está perdiendo
y de inmediato debe volverse el amigo y ayudador de los pobres.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
27 de Marzo
"Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros." Santiago 4: 8.
Entre más nos acerquemos a Dios, más misericordiosamente se revelará a nosotros.
Cuando el hijo pródigo regresó a su padre, el padre corrió a recibirlo. Cuando la errante
paloma regresó al arca, Noé extendió su mano y la hizo entrar consigo. Cuando la tierna
esposa busca la compañía de su marido, él viene a ella sobre las alas del amor. Vamos,
entonces, querido amigo, acerquémonos a Dios, que nos espera lleno de gracia, sí, y sale
a recibirnos.
¿Advirtieron alguna vez ese pasaje en Isaías 58: 9? Allí nos da la impresión de que el
Señor se pone a la disposición de Su pueblo, diciéndole: "Heme aquí". Equivale a decir:
"¿qué tienes que decirme? ¿Qué puedo hacer por ti? Estoy esperándote para
bendecirte." ¿Cómo podríamos dudar en acudir a Él? Dios está cerca para perdonar,
para bendecir, para consolar, para ayudar, para revivir y para liberar. Nuestro primer
propósito debe ser acercarnos a Dios. Hecho esto, todo estará hecho. Si nos acercamos a
otros, podrían cansarse de nosotros y dejarnos muy pronto; pero si buscamos solamente
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al Señor, Su mente no cambiará, sino que continuará acercándose más y aún más a
nosotros mediante una comunión más plena y más gozosa.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
28 de Marzo
"Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola." Deuteronomio 28: 13.
Si obedecemos al Señor, Él forzará a nuestros adversarios a ver que Su bendición
descansa en nosotros. Aunque esta sea una promesa de la ley, sigue siendo válida para
el pueblo de Dios, pues Jesús ha quitado la maldición, pero ha establecido la bendición.
Corresponde a los santos mostrar a los hombres el camino mediante una santa
influencia: no deben ser la cola, ni han de ser arrastrados por aquí y por allá por los
demás. No debemos ceder al espíritu de la época, sino que hemos de forzar a la época a
que rinda homenaje a Cristo. Si el Señor está con nosotros, no anhelaremos tolerancia
para la religión, sino que buscaremos sentar a la religión en el trono de la sociedad. ¿No
ha constituido el Señor a los miembros de Su pueblo como sacerdotes? En verdad ellos
deben enseñar y no ser aprendices de las filosofías de los incrédulos. ¿No somos hechos
reyes en Cristo para reinar sobre la tierra? ¿Cómo, entonces, podemos ser los siervos de
la costumbre, los esclavos de la opinión humana?
¿Has tomado tú, querido amigo, tu verdadera posición por Jesús? Demasiadas personas
están calladas porque son apocadas, si es que no son cobardes. ¿Hemos de permitir que
el nombre del Señor Jesús sea mantenido en la oscuridad? ¿Acaso nuestra religión ha de
ir rezagada como una cola? ¿No debería más bien guiar el camino y ser la fuerza
gobernante en nosotros y en otros?
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
29 de Marzo
"Yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal." Hechos 18:
10.
Mientras el Señor tenía trabajo para Pablo en Corinto, la furia de la turba fue contenida.
Los judíos se oponían y blasfemaban; pero no podían detener la predicación del
Evangelio ni la conversión de los oyentes. Dios tiene poder sobre las mentes más
violentas. Dios hace que la ira del hombre le alabe cuando irrumpe, pero manifiesta aún
más Su bondad cuando la reprime; y puede reprimirla. "A la grandeza de tu brazo
enmudezcan como una piedra; hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová, hasta que
haya pasado este pueblo que tú rescataste."
Por tanto, no sientan ningún miedo del hombre si saben que están cumpliendo con su
deber. Prosigan con firmeza, como Jesús lo habría hecho, y quienes se oponen serán
como una caña cascada y como un pábilo que humea. Muchas veces los hombres han
tenido motivo para tener miedo, porque ellos mismos estaban temerosos; pero una
valiente fe en Dios aparta el miedo como son apartadas las telarañas en el sendero de un
gigante. Nadie puede hacernos daño a menos que el Señor lo permita. El que hace que el
demonio huya ante una palabra, puede en verdad controlar a los agentes del demonio.
Tal vez ya estén más temerosos de ti de lo que tú estás de ellos. Por tanto, sigue
adelante, y donde esperabas encontrar enemigos, encontrarás amigos.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
30 de Marzo
"Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en
toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús."
Filipenses 4: 6, 7.
Ningún afán hemos de tener y sólo hemos de entregarnos a la oración. Ninguna
ansiedad, sino mucha comunión gozosa con Dios. Lleven sus deseos al Señor de su
vida, al guardián de su alma. Acudan a Él con dos porciones de oración, y una porción
de fragante alabanza. No oren dudosamente, sino agradecidamente. Consideren que ya
tienen las peticiones y, por tanto, agradezcan a Dios por Su gracia. Él les está dando
gracia; denle gracias. No oculten nada. No permitan que ninguna necesidad se encone
en su pecho; "sean conocidas vuestras peticiones". No acudan al hombre. Vayan
únicamente a su Dios, el Padre de Jesús, que los ama en Él.
Esto les traerá la propia paz de Dios. Ustedes no podrán entender la paz que gozarán.
Los envolverá en su abrazo infinito. El corazón y la mente se verán sumergidos en un
mar de reposo por medio de Cristo Jesús. Venga vida o muerte, pobreza, dolor o
calumnia, ustedes morarán en Jesús por encima de cualquier viento turbador o nube
sombría. ¿No obedecerán este amable mandato?
Sí, Señor, yo en verdad te creo; pero te suplico que ayudes mi incredulidad.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román
31 de Marzo
"No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere,
porque Jehová será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso." Proverbios
3: 25, 26.
Cuando Dios abunda en juicios, no quiere que Su pueblo se alarme. Él no ha salido para
hacer daño, sino para defender a los justos.
Él quiere que manifiesten valentía. Quienes gozamos de la presencia de Dios
deberíamos mostrar presencia de mente. Puesto que el propio Señor podría venir
súbitamente, no deberíamos sorprendernos de cualquier cosa súbita. La serenidad frente
a la embestida y el rugido de males inesperados, es un precioso don del amor divino.
El Señor quiere que Sus elegidos manifiesten discernimiento, de tal forma que puedan
ver que la desolación de los impíos no es una calamidad real para el universo.
Únicamente el pecado es malo; el castigo que le sigue es como una sal que preserva
para evitar que la sociedad se pudra. Deberíamos estar más horrorizados por el pecado
que merece el infierno, que por el infierno que es el resultado del pecado.
Así, también, el pueblo del Señor ha de exhibir gran tranquilidad de espíritu. Satanás y
la simiente de la serpiente están llenos de sutileza; pero quienes caminan con Dios no
serán atrapados en sus engañosas trampas. Prosigue tu camino, creyente en Jesús, y
acepta que el Señor sea tu confianza.