Pan de Vida

Predicas Escritas

El ARREPENTIMIENTO

"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento"

2ª. Pedro 3:9

Desde que el Señor Jesús andaba en esta tierra él hizo una promesa de que volvería, en una ocasión les dice a sus discípulos "voy a preparar lugar para vosotros..." Juan 14:2

El apóstol Pedro consciente de esto hace esta declaración "El Señor no retarda su promesa..."

Si él lo ha prometido, es una garantía. La causa por la que Él no ha venido es por su paciencia, el anhelo del Señor es que ninguno perezca.

En el versículo que leímos dice "sino que todos procedan", la palabra proceder significa: dar espacio, hacer sitio o dar cabida. El Señor no viene porque espera que el hombre deje un espacio en su vida al arrepentimiento para ponerse a cuentas con Dios.

La palabra arrepentimiento significa: cambio de opinión, giro en el modo de pensar, pesar que se siente por algo que se hizo mal. En el sentido bíblico es una profunda y total conversión a Dios. El hombre tiene un cambio radical y profundo.

El mensaje de la Biblia desde el inicio hasta el final, es un llamado al hombre al arrepentimiento. Desde el Antiguo testamento, llama al hombre para que deje sus malos caminos.

Lea Mateo 3:1-2 "En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado".

Lo anterior nos hace ver lo siguiente: Dios viene con juicio; pero también con gracia y misericordia.

Cuando Jesús empieza a predicar, él amplía el mensaje:

"Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

Marcos 1:14-15

Este mensaje de Jesús abre un panorama, él habla de tiempos y les dice "este es el tiempo" (se ha cumplido).

"Arrepentíos" tenemos que reconocer nuestros pecados, creer en el evangelio.

¿Para quién es este llamado?

La Biblia dice:

"Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios."

Romanos 3:10-11

El llamado de Dios es un llamado para todo hombre. Todos hemos sido destituidos por el pecado.

En una ocasión (busque en el evangelio de Lucas 13:1-5), le hacen una pregunta a Jesús.

1 En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos.

2 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos?

3 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

4 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén?

5 Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.

¿Qué observamos en la pregunta que le hicieron a Jesús? Muchas veces la gente o nosotros mismos pensamos de manera errónea que cuando alguien está en desgracia es porque ha pecado.

Jesús dice que no importa cómo creamos que somos "buenos o malos", si no nos arrepentimos caeremos en condenación. "Dios no hace acepción" a todos nos trata por igual.

¿Cómo puedo estar a cuentas con Dios?

Dios pone los tiempos y condiciones.

"A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados." Hechos 5:31

Dios es quien nos hace proceder al arrepentimiento, en nosotros no había un deseo de arrepentimiento. Él nos permitió cambiar de actitud. La Biblia dice que Pedro fue reconocido por su hablar como discípulo de Jesucristo.

¿Quién dio el arrepentimiento a los gentiles? Dios.

"Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!" Hechos 11:18

Este arrepentimiento es para vida:

"El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él." Juan 3:36

Vamos a ver cómo es que el arrepentimiento tiene un propósito:

"Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado." Hechos 3:19-20

Cuando el hombre se arrepiente, las consecuencias traen vida eterna. ¿Qué sucede en el momento en que el hombre decide cambiar y tornarse a Dios? El arrepentimiento borra nuestros pecados. Esta palabra "borra nuestros pecados" significa eliminar. Anular, borrar frotando, enjugar o quitar las lágrimas.

El día que le pedimos perdón a Dios de corazón, él mismo los borra, quita y los elimina y no hay ningún pecado por el cual los hombres, ni el diablo nos puedan acusar. Una vez que me arrepiento puedo vivir con una conciencia tranquila. Si fuimos mentirosos, robamos y ultrajamos; todo eso queda atrás porque el Señor ha robado todo ese expediente que estaba contra nosotros, esa acta el Señor la toma y la clava en la cruz para quitar nuestros pecados.

La Biblia afirma que el arrojó nuestros pecados al fondo del mar.

"Volverá a compadecerse de nosotros, hollará nuestras iniquidades. Sí, arrojarás a las profundidades del mar todos nuestros pecados."

Miqueas 7:19

Esta expresión que dice Pedro me gusta mucho: "tiempos de refrigerio" significa recuperar el aliento, revivir, refugio espiritual, alivio descanso de una circunstancia opresiva, un estado de alegría después de tiempos de dificultad.

Cuando nos arrepentimos gozamos de un gozo que el mundo no puede conocer. Eso es lo que Dios está preparando para quienes escuchan su llamado. ¿Cómo es posible que alguien renuncie a este tiempo de refrigerio, de paz? ¿Cómo puede ser posible que el hombre diga que se arrepentirá después, más delante?

La Biblia dice:

"Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones..." Hebreos 3:7-8

Es necesario que usted escuche este texto:

"Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan."

Hechos 17:30

Pasar por alto significa: No castigar, soportar con paciencia sin retribución. Dios está viendo nuestros pecados y sabe que merecemos ser disciplinados. Él está soportando con paciencia; pero nos manda arrepentirnos. Dios está soportando con paciencia, hoy la misericordia se ha antepuesto entre el Dios y el hombre para que alcance la gracia salvadora.

Pablo complementa esto en el siguiente texto.

"¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?" Romanos 2:4

El ver la bondad de Dios, lo misericordioso que es, nos debe llevar a un arrepentimiento genuino.

Si no hay un arrepentimiento genuino no hay regeneración. La Biblia nos enseña las características de un verdadero arrepentimiento. Refleja la condición de un corazón y mente arrepentida

Lo voy a llevar al Salmo 51, es el salmo del arrepentimiento.

1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;

Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

2 Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.

3 Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.

4 Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.

5 He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.

6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

7 Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.

8 Hazme oír gozo y alegría,
Y se recrearán los huesos que has abatido.

9 Esconde tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.

10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

11 No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.

12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.

13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.

14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
Cantará mi lengua tu justicia.

15 Señor, abre mis labios,
Y publicará mi boca tu alabanza.

16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
No quieres holocausto.

17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

18 Haz bien con tu benevolencia a Sion;
Edifica los muros de Jerusalén.

19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
El holocausto u ofrenda del todo quemada;
Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.

Lo primero que dice David en el versículo 1 es: "ten piedad de mi oh Dios". El Rey David apela a su misericordia, su piedad y bondad. En base a esto, él le pide "borra mis rebeliones".

Versículo 2: "Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado".

David sabe que ha pecado, que su problema radica en su condición interna. No solo en el adulterio, sino en la maldad interna, su condición de pecado que lo arrastraba al mal.

Versículo 3: "Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí."

Él no podía olvidar que había adulterado, que había mandado a un hombre a la muerte.

En los versículo 4 dice: "Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos. Para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio."

David estaba consciente que había pecado contra Dios, que primero tenía que hacer era ponerse a cuentas con Dios y después corregir el daño que había hecho. Una vez que hemos restaurado nuestra relación con Dios podemos ir con arrepiento a reconciliarnos con quien hemos ofendido.

Versículo 5: "He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre."

Sabía que había sido concebido con la sentencia del pecado original, la gracia salvadora del Señor Jesús nos libera de esta condición de pecadores y somos libertados del poder del pecado y de la muerte.

Sigue en el versículo 6: "He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría."

David está convencido de que tiene ser honesto con Dios, que tiene que venir con un corazón abierto y sincero. No podía venir con cosas ocultas a Dios.

Versículo 7: "Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve".

El pecador que reconoce su condición, más de una vez va a venir a pedir limpieza y purificación.

Habla de tiempos de refrigerio, de tiempos de gozo, David pide esos tiempos de los que el apóstol Pedro está hablando.

Versículo 9: "Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades"

Vemos la necesidad de la purificación. La gente no puede creer que Dios se olvide de toda nuestra maldad; pero Él lo hace.

Versículo 10-12: "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí" No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente."

El salmista está pidiendo una renovación interna, espiritual, sabe que necesita ser renacido. Eso es lo que produce el arrepentimiento: hombres y mujeres con un corazón nuevo hacia Dios, con espíritu renovado, con capacidad de vivir en obediencia a Dios.

Versículo 13: "Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti."

No podemos enseñar los caminos del Señor si no andamos en sus caminos, no podemos enseñar perdón si no hemos experimentado perdón de pecados, no podemos enseñar santificación si no andamos en santificación.

Versículo 14: "Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
Cantará mi lengua tu justicia."

¿Cuál justicia? La que disfrutamos en su Hijo Jesucristo, la que Dios nos ha imputado en su Hijo y nos ha hecho justos delante de él, la justicia que ha tomado nuestros pecados y los cargó en Jesús.

Versículos 15-17: "Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza.Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto.Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios."

David entiende que primero su corazón tiene que ser ofrecido al Señor antes que cualquier sacrificio, que de nada serviría un sacrificio si no se arrepentía con Dios, él sabía que necesitaba de Dios como perdonador y salvador. Él sabía que tenía que buscar la clemencia y piedad para ser limpio.

Versículos 18-19:"Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén.Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada; entonces ofrecerán becerros sobre tu altar."

Si hoy necesitas arrepentimiento, si hoy necesitas perdón, no le ofrezcas nada, no le prometas fidelidad, no le prometas ningún sacrificio, ven simplemente con un corazón contrito y humillado, ven buscando su piedad.

Dios hoy está buscando un corazón volcado hacia él y que le digamos: Señor aquí está nuestro corazón como lo hizo David. Dios nos hace un llamado al arrepentimiento.

No tengas por tardanza su venida.

Si hoy tú necesitas ponerte a cuentas con Dios.

Te invito a que hagas una decisión por el Señor

Y vamos a orar en esta hora.

¡Dios te Bendiga!

Pastor Arturo Camacho Dávila

Congregación Pan de Vida | 2016 | La verdad te hará libre
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