La vida de fe
Predicas escritas
LA VIDA DE FE
"A quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo,
aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;
Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación
de vuestras almas."
1ª. Pedro 1:8-9
En esta porción de la Escritura leemos que ahora podemos creer en las cosas espirituales que antes no creíamos.
Los hombres tenemos contacto con este mundo a través de nuestros sentidos, más al venir al conocimiento de Cristo tenemos contacto con el mundo espiritual. El hombre natural no puede tener este contacto, tiene una fe muerta. Los creyentes tenemos vida espiritual porque él nos ha dado vida.
Pablo les habla a los Efesios acerca de andar conforme a esta nueva vida. Abra su Biblia en el siguiente pasaje:
"Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón." Efesios 4:17-18
Cuando el hombre está ajeno a la vida de Dios, no tiene vida espiritual. Una vez que escuchamos al Señor y creemos en sus palabras, recibimos vida en él.
"Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)." Efesios 2:4-5
La capacidad de amar a Dios sin verle, solo la obtenemos cuando tenemos vida espiritual, la cual solo él nos puede dar.
El hombre natural solo ama lo que puede ver porque no tiene sensibilidad espiritual, no puede dar una adoración genuina a Dios.
La fe es el sentido espiritual que antes no teníamos. Nuestra relación con el Señor es en base a lo que sentimos por fe y está fundamentada en las promesas que nos ha dado en su Palabra.
"Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios." 2ª. Corintios 7:1
El creyente no vive en función de lo que ve, sino en base a lo que Dios dice. Por la fe sabemos que hemos obtenido la salvación.
"Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero."
1ª. Pedro 1:3-5
Nosotros tenemos una firme convicción de lo que no vemos, creemos que Dios nos ha santificado desde el día que nos salvó. No somos santos por nuestras obras, sino por su gracia.
"No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad."
Juan 17:15-17
En la primera Epístola a los Tesalonicenses, la Biblia nos dice que Dios es el que nos santifica, tenemos que creer esto para poder vivir como santos.
"Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo." 1ª. Tesalonicenses 5:23
Dios nos trasladó de las tinieblas a su reino de santidad y nuestro actuar debe ser conforme a ese reino.
Desde el momento en que conocemos al Señor gozamos de una relación con él por medio de su Santo Espíritu, él es nuestra guía.
"Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir."
Juan 16:13
La obra del Espíritu Santo está en nuestras vidas porque buscamos conocer su palabra, ésta nos enseña a hacer lo correcto.
"Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios." Romanos 8:14
En el versículo anterior, se nos dice claramente que la guianza del Espíritu Santo es un distintivo en la vida del creyente.
El creyente espera por la fe a un Salvador. Abra su Biblia en el capítulo 1 del libro de los Hechos.
"Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?
Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;
Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.
Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo."
Hechos 1:6-11
Tenemos el testimonio de la Palabra de Dios que nos dice que Jesús volverá otra vez.
"No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis."
Juan 14:1-3
La vida de fe está expresada de manera muy clara en el siguiente texto de la carta a los hebreos:
"Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible." Hebreos 11:24-27
Si queremos salir victoriosos y que las promesas de Dios se cumplan en nuestras vidas debemos de mantenernos viendo y creyendo en el Invisible. Podemos ver a Dios a través de su palabra, él nos ha dado el privilegio de ver las cosas eternas, de ver lo que no se ve.
Los creyentes pueden amar a Dios sin verle. Él les ha dado una capacidad de creer por encima de lo natural.
En el evangelio de Juan 4:23 leemos lo siguiente:
"Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren."
Dios ha puesto en nosotros una capacidad de gozo que supera a la felicidad natural. Cuando el hombre ha nacido de nuevo en el espíritu, su gozo no depende del mundo material.
Dios nos permite tener gozo por encima de lo material, de lo físico.
"Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús."
1ª. Tesalonicenses 5:16-18
"Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro." Filipenses 3:1
La carta a los Filipenses es la epístola del gozo, Pablo la escribe pese a que está en una prisión encarcelado y solo. Aparentemente, en el mundo físico no tenía motivo para hablar de la alegría; pero su espíritu se gozaba en Dios.
Ahora nosotros los que creemos, tenemos fe en cosas que no se ven. La Biblia dice que andamos por fe, no por vista.
"Porque por fe andamos, no por vista." 2ª. Corintios 5:7
Estando con el Señor, en medio de las pruebas, nos olvidamos de lo que vemos y escuchamos, vemos las circunstancias que nos rodean con fe. El apóstol Pablo estaba en la cárcel por causa de Jesús; aun así estando ahí les dice a los Efesios que estén siempre gozosos.
Dios nos dice que nuestra relación con él es en base a la fe: No vemos, no escuchamos, no palpamos, etc.)
Creemos en Dios en base a la fe puesta en sus promesas. Nuestra principal razón y fuente de gozo es Dios.
"Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios." 2ª. Corintios 7:1
Dios nos ha dado promesas y, juntamente con la salvación nos dará su bendición. Aunque vengan las pruebas, él ha prometido guardarnos con su poder, ha prometido darnos en alegría en esos momentos, ha prometido dar a nuestro espíritu un gozo inefable. Tenemos una nueva vida espiritual y gracias a la resurrección de Jesucristo, recibiremos una herencia incorruptible en los cielos.
Lea lo que dice Pedro en relación a estas promesas, en el capítulo 3 de su primera epístola.
3 "Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
5que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
8 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso." 1ª. Pedro 3:3-8
Hoy por la fe creemos que estamos registrados
en el Libro de la Vida Eterna.
¡Dios te Bendiga!
Pastor Arturo Camacho Dávila